En los resultados de dos estudios presentado recientemente relacionados uno con el deterioro cognitivo leve en sujetos adultos y el segundo un ensayo en el que se ha relacionado la presencia en el cerebro de acido láctico con el proceso de envejecimiento del mismo, estos estudios sugieren que la composición de la dieta puede influir mejorando las funciones cognitivas y la memoria, o puede constituirse en marcador para establecer la edad cerebral y su grado de envejecimiento.
En el primero estudio publicado en la revista especializada Alzheimer's & Dementia un equipo de investigadores dirigidos por el doctor Yurko-Mauro K comprobaron los efectos de administrar suplementos de ácido docosahexaenoico o DHA en relación a las funciones cognitivas en ancianos que presentaban un deterioro leve en las mismas, observando como tras un plazo de 24 semanas en el que se le había administrado dosis de 900 mg/ día de ácido docosahexaenoico o DHA, presentaban unos mejores resultados en los test de aprendizaje visuoespacial y memoria episódica, en comparación con los pacientes a los que se le había administrado placebo.
El ácido docosahexaenoico o DHA es un ácido graso esencial poliinsaturado de la serie omega-3. que se encuentran en el aceite del pescado y algunas algas en este caso los suplementos que contenían ácido docosahexaenoico o DHA se habían extraído de algas previamente seleccionadas por su índice de concentración de DHA.
En la segunda investigadores realizada por un equipo perteneciente al Instituto Karolinska, en Estocolmo, Suecia, relacionaron la presencia de lactato en el cerebro y el proceso de envejecimiento, utilizando imágenes de resonancia magnética con el propósito de medir el índice de acido láctico en el cerebro, observando como su presencia aumentaba en función de la edad del cerebro.
En este trabajo se utilizaron ratones con un envejecimiento prematuro o de envejecimiento normal para investigar la relación entre el daño en las mitocondrias, el orgánulo responsable de la producción de energía en la célula, y los cambios en el metabolismo durante el proceso de envejecimiento.
Se muestra que el daño mitocondrial aumenta lentamente con la edad en los cerebros de los ratones, lo que causa la alteración en la expresión de ciertos genes que son responsables de la formación de lactato. También se observa que los niveles cerebrales de lactato pueden aumentar antes que otros índices de envejecimiento, lo que podría permitir detectarlos mediante técnicas no invasivas de imagen.
El organismo obtiene acido láctico mediante la ingestión de productos lácteos de donde extrae el azúcar, de la uva o de la cana de azúcar, que produce constantemente durante el metabolismo y sobre todo durante el ejercicio, pero no aumenta su concentración hasta que el índice de producción no supere al índice de eliminación de lactato.
En el primero estudio publicado en la revista especializada Alzheimer's & Dementia un equipo de investigadores dirigidos por el doctor Yurko-Mauro K comprobaron los efectos de administrar suplementos de ácido docosahexaenoico o DHA en relación a las funciones cognitivas en ancianos que presentaban un deterioro leve en las mismas, observando como tras un plazo de 24 semanas en el que se le había administrado dosis de 900 mg/ día de ácido docosahexaenoico o DHA, presentaban unos mejores resultados en los test de aprendizaje visuoespacial y memoria episódica, en comparación con los pacientes a los que se le había administrado placebo.
El ácido docosahexaenoico o DHA es un ácido graso esencial poliinsaturado de la serie omega-3. que se encuentran en el aceite del pescado y algunas algas en este caso los suplementos que contenían ácido docosahexaenoico o DHA se habían extraído de algas previamente seleccionadas por su índice de concentración de DHA.
En la segunda investigadores realizada por un equipo perteneciente al Instituto Karolinska, en Estocolmo, Suecia, relacionaron la presencia de lactato en el cerebro y el proceso de envejecimiento, utilizando imágenes de resonancia magnética con el propósito de medir el índice de acido láctico en el cerebro, observando como su presencia aumentaba en función de la edad del cerebro.
En este trabajo se utilizaron ratones con un envejecimiento prematuro o de envejecimiento normal para investigar la relación entre el daño en las mitocondrias, el orgánulo responsable de la producción de energía en la célula, y los cambios en el metabolismo durante el proceso de envejecimiento.
Se muestra que el daño mitocondrial aumenta lentamente con la edad en los cerebros de los ratones, lo que causa la alteración en la expresión de ciertos genes que son responsables de la formación de lactato. También se observa que los niveles cerebrales de lactato pueden aumentar antes que otros índices de envejecimiento, lo que podría permitir detectarlos mediante técnicas no invasivas de imagen.
El organismo obtiene acido láctico mediante la ingestión de productos lácteos de donde extrae el azúcar, de la uva o de la cana de azúcar, que produce constantemente durante el metabolismo y sobre todo durante el ejercicio, pero no aumenta su concentración hasta que el índice de producción no supere al índice de eliminación de lactato.