Individuos seducidos por una cultura y una sociedad occidental que acaba decepcionandoles, se acaban sintiendo ciudadanos de segunda, incapaces de adaptarse, comprenden que solo tienen derecho a las miajas en la tierra de promisión, la que les colonizo y ahora pretende occidentalizar solo teniendo en cuenta el factor económico. Los cambios se producen a un ritmo tan vertiginoso que les es imposible asimilarlo. El precio es demasiado alto, los plazos excesivamente cortos, sacrificar sus viejos valores y principios, los cuales les han acompañado durante generaciones se antoja una labor ardua. Las instituciones definidas por la corrupción y despotismo, hacen calar en la población una idea deprotección difícil de soportar, los vínculos frágiles acaban por romperse arengados por propuestas decimonónicas y el nuevo orden internacional que se esta transformando asignando nuevos papeles de buenos y malos.
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