El creador de la técnica de construcción Superblock (súper adobe) no es un arquitecto convencional, nacido en Irán curso sus estudios de arquitectura en Los Angeles donde reside desde la década de los años 70s y donde fundo Cal-Earth.
Una organizacion sin ánimo de lucro que desarrolla proyectos de cooperación y docencia relacionados con la arquitectura sostenible, siendo conocida por haber diseñado una obra cuyo simbolismo y notoriedad a nivel mudial, por su compromiso con el medio ambiente y demostrar que los materiales locales son tan válidos como los que se emplean habitualmente en Occidente.
Una propuesta ubicada en las afueras de la ciudad de Hesperia situada en mitad del desierto a 70 kilometros de Los Angeles. Una ciudad nacida de la tierra y que se ha convertido en un banco de pruebas para explorar nuevas formulas de desarrollo urbanístico.
Sirviendole a su creador Nader Khalili para asesorar al comité de arquitectura sostenible de la ONU y participar en proyectos como arquitecto en campos de refugiados para ACNUR. Khalili también el promotor principal de la iniciativa sin ánimos de lucro de la Fundación Geltaftan en 1986, en este caso trabajaba con las comunidades más desfavorecidas proporcionándoles recursos educativos.
De las comunidades locales donde operan sus edificios, son dos ejes a partir de los que se origina a raíz de un viaje a su tierra natal. Donde influenciado por el poeta y filosofo Rumi del que cita como un mantra la máxima ‘La tierra se convierte en oro en manos de los sabios’, redescubrió el potencial del adobe como material básico de deificación tradicional.
Su técnica a la vez sencilla y milinaria consiste en apilar sacos terreros reforzados con adobe siguiendo la forma que finalmente tendrá la vivienda y finalmente se cubre con adobe. Avalado por las autoridades en materia arquitectónica de California por su seguridad, estabilidad y prestaciones.
Construir empleando Super Adobe no deja de ser un proceso artesanal pero el resultado es un hogar sostenible que es fácil de calentar y enfriar incluso en condiciones climáticas extremas, y que puede soportar desastres naturales incluyendo episodios sísmicos. Las estructuras SuperAdobe están diseñadas para sacarle el máximo rendimiento a la luz natural.
El coste no supera los 200 dolares por un casa estándar, aunque se puede ampliar con habitaciones anexas. Las edificaciones vienen equipadas con los servicios básicos de agua potable y electricidad, siendo por sus características una construcción eficiente energeticamente, permitiendo conservar una temperatura homogenea en toda la vivienda.
Arquitectónicamente el superadobe tiene un atractivo innegable. Muy versatil y holístico, supone un complemento perfecto a las prácticas de construcción convencionales y canaliza una arquitectura vernácula premoderna, pero lo hace sin fetichizar la técnica antigua o imitar un estilo reconocible.
La creación de Khalili encajaría felizmente entre las cubiertas de Arquitectura Sin Arquitectos. El catálogo seminal de 1964 de Bernard Rudolphsky, basado en su exposición programada por el MoMA de New York que recogió imágenes de edificios vernáculos de todo el mundo.
Rudolphsky documentó cabañas de ladrillo, casas cueva y otras viviendas notables por su adaptación formal al medio ambiente. Khalili evita los materiales convencionales como el acero y el hormigón, incluso la madera o el ladrillo, en su lugar recurre a un lenguaje estructural clásico de arcos, cúpulas y bóvedas.