El artista con sede en New York Chico MacMurtrie aparte de su esposa e hijos cuenta con una segunda familia, cuyos miembros en vez de estar constituidos por tejidos orgánicos. Están formador por armazones cuyas articulaciones estan fabricadas a partir de materiales de reciclaje.
Los cuales adoptando formas humanas representan diferentes profesiones con las que el autor esta familiarizado. Para su ultima instalación ha reunido a su gran familia de autómatas cinéticos en una exhibición titulada Robotic Church Orchestra. Esta peculiar orquesta de robots amorphicos, como los denomina el autor.
Cobran vida en una representación donde se combina aspectos dramáticos y tecnologicos. Transmitiendo sentimientos que navegan entre lo bizarro y lo esperpento. El marco elegido para montar la exposición es la nave central de una iglesia abandonada como Red Hook que perteneciendo al distrito newyorkino de Brooklin.
Se ha convertido en un espacio destinado a la creación artística donde se programan un calendario de actividades, dirigido a explorar y dar a conocer las ultimas vanguardias en todo tipo de manifestaciones artísticas. Compuestas por 35 esculturas controladas por ordenador que varían en tamaño estas esculturas robóticas son capaces de realizar.
De de forma individual o en grupo, un rango definido de sonidos y movimientos estableciendo una comunicación a través del ritmo. Al responder al lenguaje informático, adquieren su condición de transhumantes, a lo que incorporan valores de naturaleza humana como el arte o la música activando su biología interna.
Desde finales de la década de 1980, Chico MacMurtrie ha explorado la intersección de la escultura, la robótica, la instalación y su rendimiento expresivo. El trabajo de MacMurtrie investiga la vida orgánica desde lo esencial de la unidad a partir de la que se constituye, encontrando geometría en todos los sistemas vivos.