La luz intrinsicamente todavia en términos científicos no existe un consenso sobre su composicion. El dilema a esclarecer consiste en determinar si sus rayos están compuestos por fotones unidos entre sí como una cadena eternamente luminosa, o si están formados por cuantos o fotones.
En todo caso en sus trazados o cuando se proyecta en una pared revelando nuestra sombra alargada, lleva implícita cierta narrativa poetica. Que nos induce a imaginar o directamente a experimentar visiones paranormales, que nos entretienen conduciendones por los sinuosos caminos de lo desconocido.
En el mundo de la práctica artística siempre, la luz, se ha postulado como un elemento determinante. Se podrían muchas figuras artisticas que sin la participación de la luz no hubieran ninguna forma de expresión artistica. Dos claros y meridianos ejemplos serían el genio holandes circunscrito al Barroco Veermer.
Cuya escasa producción conocida hasta el momento suponen todo un elogio a la luz, y más próximos en el tiempo el Hiperrealista Antonio Lopez, cuya relación con la luz casi que llega a extasis. Algo que se corrobora y plasma en el film titulado La luz del Membrillo. Toda una oda dedicada al proceso creativo y más específicamente al tratamiento que el pintor hace de la luz
Y el megalomano James Turrell que ha convertido a la luz en su guia, a la hora de crear sus instalaciones que se comportan como autenticos templos. En cuyo interior casi que se venera a la luz.
En este caso y siguiendo los pasos de Luzinterruptus o Barry Underwood. El fotógrafo Lee Eunyeol, realiza intervenciones en paisajes iluminados con tecnología LED, que después trata con programas de tratamientos de imagenes.
El efecto que consigue visualmente es el de recrear la noche estrelleda sin duda inspirada por la original de Van Gogh. Cuyos rayos emergen de las entrañas de la tierra proyectando luz interestelar, atomos de los que se origino la vida y los sueños. Dibujando las estelas de figuras espectrales que se adueñan de la noche creando coloridos paisajes.