Existe la tendencia generalizada de independientemente del ámbito
administrativo y grado de competencias. De contemplar el diseño, planificación
y creación de nuevos equipamientos destinados al esparcimiento.
Ocio y tiempo libre de aquellos ciudadanos (principalmente residentes urbanos) que se se van a beneficiar de
este tipo de equipamientos. Como actuaciones que requieren grandes parcelas rústicas y presupuestos. Dogma cuya práctica puede se puede considerar parcialmente cierto en ocasiones.
Pero que en otras tantas no tendría porqué movilizar una gran
cantidad de recursos, si previamente se contemplarán otras posibilades como la del
aprovechamientos, de los muchos lugares estancos, que cualquiera puede detectar.
Si uno sale a la calle y simplemente repara un poco a su alrededor,
dándose cuenta enseguida que con un poco de espíritu colaborativo y de compromiso
entre los miembros de un mismo vecindario o comunidad.
A pesar de los escasos recursos con los que se cuenta el resultado es visible desde el primer dia |
Sería más que suficiente para embellecer y porque no para humanizar
un diversidad de lugares que por carencia de uso o abandono, se encuentran en un
proceso de degradación. Cuyo estado no solamente tiene efectos negativos en términos
estéticos.
Sino que también incide en otros aspectos psico/sociales, empobreciendo
las relaciones entre los vecinos que residen en una misma comunidad. Todos seguro
que en alguna cunversacion casual hemos lamentado que en las proximidades o en el
interior del perímetro de las comunidades donde residimos.
Con un enfoque que trabaja recuperando areas en desuso transformándolas en zonas verdes, el colectivo Ajardinadas de Madrid es un movimiento que fomenta unos valores cuyo compromiso con el paisaje de la ciudad en la que residen beneficia a todos.
Hay pequeñas porciones de terreno cuyo aprovechamiento y rendimiento requeriría muy poco trabajo, precisando quizás un poco de conocimiento. Pues los recursos económicos que se requieren, en el momento de abordar un proyecto de esta embergadura en principio son mínimos.
Un proyecto colectivo consistente en ajardinar por ejemplo los
pasajes o las zonas interbloques que se contemplan cuando se construye una urbanización. Requiere solamente un poco de voluntad y compromiso por parte de las partes de las
partes implicadas.
Este tipo de intervenciones serían inviables sin el compromiso de los vecinos |
Pero lo primero que tiene que suceder es que alguien tome la iniciativa planteando algún tipo de solución además de que posea cierta capacidad. Para organizar un calendario de actividades a través del cual se sume cada vez más
gente con la intencion de colaborar.
Con el objetivo de mejorar su entorno más próximo aplicando una óptica altruista y colaborativas. Trabaja desde años Ajardinadas, un colectivo vecinal del distrito de Moratalaz, zona predominante residencial que se ubica
en el vértice sur de la ciudad de Madrid, por lo tanto una zona que reune estos requisitos y algunos más.
Cuando en 2017 encabezadas por una de sus vecinas presentaron
un proyecto para recuperar a través de la creación de zonas ajardinadas y pequeñas
huertas autogestionadas. Una serie de lugares que se encontraban prácticamente en
situación de barbecho e incluso abandono.
En el transcurso de estos casi cuatro años la calidad del trabajo
realizado por la asociación y los numerosos voluntarios. Cuyo perfil tanto humano
como profesional representan una muestra cuya diversidad y parámetros obedecen
a un paisaje humano y social multicultural y global.
Elementos que se perciben desde el mismo momento en que se elaboran
todos y cada uno de los proyectos de ajardinamiento, en los que trabajan cuando ya tras finalizar
el periodo de debate en relación a las ideas que se proponen.
Se inician los trabajos de acondiciomiento del terreno, un
espacio que ya antes de finalizar las primeras fases de trabajo. Ya presenta unas
condiciones de uso y habitabilidad que invitan a sus usuarios a compartirlo, una
motivación extra para seguir colaborando.
En intervenciones que dependiendo de la situación administrativa del terreno sobre el que se actúa puede ser más o menos efimera. Pero que sin duda impulsa y fomenta creando un caldo de cultivo presidido por un espíritu comunitario. Donde los ingredientes esenciales son los valores comunitarios y el diálogo.