Nomada Q : comunitario

Perteneciente a una de las entidades económicas mas antiguas de la ciudad de Chicago, tras permanecer durante décadas en desuso el edificio antigua sede de una sucursal bancaria.

Ha vuelto abrir sus puertas, pero en esta ocasión con un propósito alejado de cualquier objetivo lucrativo. El edificio que conserva su arquitectura original propia de la época en la que se diseño, ya se encontraba en la lista de espera para ser demolido.

Cuando una fundación de carácter cultural presento un proyecto para reformarlo y convertirlo en un equipamiento de carácter comunitario. Con cuya presencia tratar de reducir la carencia de espacios destinados a los residentes de un distrito, por otra parte densa mente poblado.

Tras este periodo de trabajos tanto en su fachada exterior como en su estancias interiores, el resultado ha sido todo un exito obedeciendo y cumpliendo ademas con el pliego de condiciones emitido por las autoriddades, el cual establecía que podrían disponer de él edificio por un tiempo consensuado por ambas partes previamente.

UNA REFORMA CON CARÁCTER COMUNITARIO

Dando como resultado un establecimiento de casi 22.000 cuadrados de superficie, donde sus gestores en colaboración con miembros de la comunidad local han creado un centro dinamico. Cuya incipiente actividad cultural y social beneficia al conjunto de los ciudadanos del distrito.

Aunque la parte mas representativa es la destinada a una biblioteca donde conformada por miles de volúmenes aportados en forma de donativos. El Stony Island Arts Bank cuenta con sala de conciertos, ludoteca, talleres, filmoteca......Además de una ofrecer una serie de asesoramiento relativos a las necesidades sociales de sus usuarios, y a los que pueden recurrir a través de un servicio totalmente gratuito y gestionado por los voluntarios con los que cuenta el trabajo social.

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El que en su momento se ofreciera productos y servicios financieros, en la actualidad se ha convertido en un espacio donde sus vecinos desarrollan toda una una serie de actividades que han supuesto la revitalización de una zona reprimida de la ciudad.

Inspirada en el modelo modular de arquitectura con el que experimento el arquitecto japones Kishō Kurokawa, fundador del movimiento Metabolista. El proyecto Unit Fusion del estudio Y Design Office proyectado en la cosmopolita Hong Kowloonng aplica esta herencia.

Con la ambición de crear una nueva alternativa de gran altura tipología en el ámbito de la construcción residencial, en la que sus habitantes residan en unidades modulares. Y de paso aborde soluciones que garanticen el uso de la limitación de espacio. De acuerdo a la estrategia de zonificación específica dentro de una estructura vertical de gran altura.

Ofreciendo una experiencia donde se contemplan usos de vivencia colectiva a través de la creación de un modelo de servicios compartidos. Se trata de una reinterpretación del equilibrio entre la generalidad y la especificidad con el objetivo de formular un concepto comunitario de vida democrática.

La torre de torsión contaría con alrededor de 2.000 unidades modulares que se adaptan en función de los requisitos de cada familia. Se trata de nichos apilables, cuyo diseño e ingenieria satisfaciendo las necesidades de cada familia que los habita.

Cada uno de estos cubos moviles se desliza y gira alrededor del núcleo o barra vertical de la torre. El plug-in de viviendas genera un barrio único, con un énfasis en un sentido renovado de la comunidad.

La estructura se comporta con una solución versatil proporcionando una diversidad de tipologías a los residentes en tamaños que van desde el mas compacto y accesible XS al mas aparatoso apartamento del XL.

Cada unidad se compone de módulos individuales cúbicas con dimensiones 8,5 metros a cada lado. Los módulos no son sólo prefabricados, también son totalmente móviles. Cada cinco años, una unidad completa se traslada a otra zona de la torre. Este movimiento crea nuevas relaciones sociales, una experiencia de vida nueva para los residentes.

Los módulos que componen Unit Fusión se moverán a lo largo de su vida un total de seis veces a lo largo de su ciclo de vida estimada de 30 años. Las unidades son fácilmente de trasladar y encajar en el eje central que vertebra su estructura, median un sencillo sistema mecánico.

Dentro de los edificios, un atrio central une las plantas, creando un vínculo visual entre ellos mientras se filtra de luz natural desde arriba. Jardines a cielo abierto serán accesibles en cada planta, actuando como pulmones y áreas sociales de reunión se dispondrán cada cinco pisos.

En la azotea se creara un jardín inmenso para compartir en comunidad. Cafeterías, espacios comerciales y de entretenimiento se dispondrán a lo largo de la torre para crear una sensación de comunidad. El edificio en sí sería muy sensible a las condiciones específicas del sitio, teniendo en cuenta cada condición exterior que afecta a su estructura.

Es decir, el entorno, tales como el ángulo de incidencia del sol, la dirección del viento y la oscilación de temperatura definen la ubicación de la zonificación, la orientación y la ocupación de la torre. Dentro de cada unidad residencial único como en su entorno, la torre genera una experiencia arquitectónica única y vital.