Situado en el centro de un plaza céntrica de Milan, la instalación e-QBO es a ojos del espectador que se aproxima ella. Ya sea de forma deliberada o en otro sentido de forma casual.
Una instalación de arte moderno con la que interactuar en el primer caso, o una atracción puesta en el espacio espacio con un propósito ludico. Diseñada y ejecutada por el artista Remolo Stanco, cuya práctica le podría situar en la vanguardia del arte contemporaneo.
Es cuando te aproximas a una de las caras digitalizada de este cubo monolítico. Cuando comienzas a comprender su naturaleza y función. Te percatas de que de su aparente aspecto sólido formado por sus planchas de acero, emergen diferentes proyecciones digitalidas.
Imágenes que comparten espacio con células fotovoltaicas, a partir de las que la energía con la que se cubre las necesidades de este. Creada por el diseñador en colaboración con la compañía de telecomunicaciones TRED.
El cubo aparte de su valor estético es un centro de comunicaciones integrado en sus tripas. Cuyo elevado consumo de energía es cubierto de forma autónoma por las placas solares con las que esta envuelto.
Aparte del acumulador fotovoltaico diseñado e integrado en una forma geométrica cubica. La instalacion acaba capturando toda la atención de su entorno. Creando un diálogo con los edificios históricos de la ciudad y su memoria.
El cubo e-QBO cuenta con una instalación compuesta por diodos LED, que dibujan visuales patrones de luz con los que iluminan el espacio publico creando divertidos mapeados de su entorno. En un sentido poético el cubo e-QBO, se comporta como una isla urbana de acumulación de energía de origen renovable.
Su constitución solida cobra vía saliendo de su letargo, a través de la actividad interactiva con la que atiende las necesidades de comunicación de sus usuarios, a la vez que contribuye a la riqueza estética de donde esta ubicado.