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De porque la ciudad de Chicago se elevó cuatro metros


Capital del estado norteamericano de Illinois, la ciudad de Chicago se ha desarrollado como otras muchas grandes urbes que se encuentran ubicadas geograficamente en el Norte del continente alimentadas por las aguas embalsadas de algún gran lago. 


En su caso los poco más de 2700000 habitantes con los que cuenta en la actualidad la ciudad, han prosperado de alguna manera a la sombra del lago Michigan.  Una enorme acumulación de agua dulce, que entre otras cosas atenuo en gran medida los devastadores efectos del conocido como el  gran incendio que sufrió una población relativamente pequeña desde sus origenes. 


Incendio que en principio no obtuvo mayor repercusión pero el día ocho de octubre,  pocos horas después se extendía como la polvora, prolongándose durante tres jornadas,  hasta el diez de octubre de 1871. Que el fuego finalmente controlado, produciendo grandes pérdidas destruyendo alrededor de nueve kilometros de la ciudad, matando a 300 personas y dejando sin hogar a más de 100 000 residentes.


Y suponiendo el enesimo toque de atención para sus autoridades que se veían impotentes para dotar a la ciudad de los servicios mínimos, que garantizaran la viabilidad del conjunto de sus habitantes. A pesar de que en poco antes después en 1854 ya han habían puesto en marcha un audaz plan para evitar que las calles de esta incipiente ciudad construida prácticamente a partir de la madera extraída de los frondosos. 


Que todavía se pueden visitar en las riberas de los afluentes que desenembocan sus aguas en el gran lago. Y que en términos urbanísticos carecia de vías asfaltadas, o el más mínimo servicio de alcantarillado. Que evitará que los caminos por los que se desplazaba la gente y los carromatos estuvieran prácticamente embarrados. Produciéndose un desastre humanitario que aunque previsible suposo que los ciudadanos demandará una red de alcantarillado. 

Lámina de la época que describe el proceso por el que se elevó el paseo principal de la ciudad


Que asegurará que nunca la ciudad padecerá una nueva epidemia de cólera, enfermedad que por sí sola diezmo tanto una población principalmente formada por remesas de inmigrantes que casi provoca que las escasas comunidades de colonos. Sopesaran emprender la ruta del oeste, idea de la que por fortuna finalmente desistieron. Optando por aplicar las propuestas de un plan, que en principio podría parecer descabellado.


Ya que a grosso modo consistía en elevar la altitud del conjunto de los edificios de la ciudad hasta una altura de cuatro metros. Con el objetivo de construir una red de desagüe a través de la que se pudiera canalizar el agua de lluvia que se pretipitaba sobre un terreno inestable nundandolo todo. Intenso régimen de precipitaciones de la que la ciudad sigue gozando en la actualidad. Por lo que la zona de los grandes lagos es una de las zona que presenta un índice de temporales de todo el continente. 


Una idea audaz a la vez que relativamente verosímil, pues ya existían en aquella epoca de antecedentes y ejemplos de intervenciones parecidas en el pasado. Que aplicando un procedimiento similar  pero a menor escala, habían conseguido desarrollar una infraestructura a través de la que se pudiera gestionar con exito la totalidad de los deshechos y las aguas grises. Alejando de esta forma el fantasma de la peste entre otras muchas amenazas. 


El crecimiento de Chicago había sido tan vertiginoso que en tan sólo tres décadas había multiplicado su población por doce, rozando los 60.000 habitantes, mientras sus servicios eran prácticamente inexistentes.


Pero que en todo caso no se podían aplicar a un entramado conformado a partir de un cuadriculado, que en su conjunto y en un plazo relativamente corto de tiempo, se había convertido en una de las principales ciudades de los Estados Unidos. Un plan de tal embergadura que para poder completarse, en todo caso, precisaría de un plan logístico y humano no conocido hasta ese momento por la humanidad. Y que sin la incorporación de los ultimos avances tecnológicos. 


Maas concretamente en ingeniería hidráulica no se habría podido elevar algunos de los mas importantes edificios de la ciudad. Más que nada por el volumen y  magnitud de los mismos. Una empresa en definitiva colosal para que era preciso poner al frente a una figura, cuya mentalidad y actitud se distinguiera por no cejar en el empeño, a pesar de todas las adversidades que surgieran en el proceso de tener incluso que desplazar estas moles al otro extremo de la ciudad, con el objetivo de reubicarlas en una localización más acorde con las características de su diseño. 


Proezas que si ya impresiona contemplando alguno de los escasos documentos gráficos que se han conservado llegando hasta nuestros días. No quiero imaginar lo asombroso que podría haber sido para aquel ciudadano testigo de una transformación del espacio con el que cotidianamente te relacionas, viendo como se eleva ante sus ojos de forma milagrosa la casa en la que habitualmente vives. 

El resultado fue tan positivo para la Ciudad, que a día de hoy se sigue utilizando para desplazar edificios


Movimiento de recursos tanto estructurales como arquitectonicos cuyos trabajos fueron coordinados por el ingeniero Ellis S. Chesbroug. Que tras crecer en una granja y sin apenas formacion y que tras desempeñar diferentes oficios como agrimensor y topográfico en el sector de los ferrocarriles, etapa donde adquiere los conocimientos, a partir de los que posteriormente. Ya asentado en Chicago desarrollará una tecnología en que empleando la fuerza miles de gatos hidráulicos y de rosca accionados manualmente consiguió elevar el parque inmobiliario.


Lo suficiente como para que por debajo se desplegarán miles de metros de tubería y canalizaciones, con capacidad suficiente para gestionar efizcamente la enorme cantidad de metros cúbicos de aguas grises, que de forma más o menos frecuente. Convertían en prácticamente un lodazal sus calles, hasta provocar que andar por ellas fuera totalmente imposible. Además de proporcionar una solucion definitiva en términos de salubridad a sus habitantes ante previsibles infecciones masivas.

En esta foto actual se muestra como se sigue elevando los edificios de las calles para dotarlas de alcantarillado


Aunque hay que puntualizar que para ser riguroso, que antes de acometer esta actuación, se barajaron una serie de alternativas, cuyo planteamiento en principio parecía de más razonable ejecución. Esa opcion consistía en que se podría haber excavado y haber aprovechado colinas y pendientes naturales para el desagüe de las alcantarillas. Sin embargo, Chicago era una ciudad completamente plana que, además, apenas se levantaba un metro sobre el nivel del lago Míchigan.


Razones por las que una administración acuciada por los acontecimientos decidieron desistimar, depositando no sin algún recelo su confianza en la vehemencia y convicción con la que Mr. Chesbroug, expuso ante un consistorio repleto las coordenadas magistrales de su plan. El cual en un primer momento se ocuparia de elevar aquellos dificios pequeños y de estructura de madera y por lo tanto ligeros sumando como un par de toneladas.



A raiz de aquel episodio a la ciudad de Chicago también se la conoce conoce como "La ciudad de los hombros anchos". Apelativo qué se adoptó en homenaje de los miles de hombres que giraban las miles de roscas de miles de gatos hidráulico.


Para más tarde y gracias al trabajo de miles de hombres, izar aquellos edificios más voluminosos, a la par que los monumentos que adornaban plazas y avenidas. Un patrimonio que corría un serio peligro de deteriorarse gravemente, debido a la corrosión producida por su exposición al lodo que se acumulaba en sus bases. 


En total las diferentes actuaciones que abarcaron la totalidad de la superficie de la ciudad, incluyendo lugares como los muelles del puerto y los mas de dos kilómetros que se alargaba en aquel entonces, el paseo marítimo. Se alargaron por más de cinco años. 


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Debido fundamentalmente a las dificultades a las que tuvieron enfrentarse el equipo de Chesbrought, para elevar las veinte mil toneladas que pesaban edificios como el que albergaba las habitaciones del Hotel Brigs. O el emblemático edificio de la Dr. House una impresionante mole construida a partir de una estructura de acero, cuya fachada principal medía cuarenta seis metros de largo.


Eso sin contar las decenas de construcciones a las que se aplico un criterio diferente, edificios que debido a sus caracteristicas hubo que desplazar a entornos más coherentes. Pues en su ubicación original nadie aseguraba que no pudieran colapsar arrastrando a la fincas colindantes. Por lo que se trajeron miles de animales de carga de las granjas próximas, la mayoría podencos y burros, de los que trágicamente perecieron la mayoría.