Aparentemente el desierto del Sahara, ofrece unas características muy desfavorables de cara a poder implementar planes urbanísticos, que supongan que su población se incremente a gran escala en las proximas decadas.
El estudio de arquitectura de Magnus Larsson, pretende desarrollar un proyecto con el cual se prevee urbanizar una superficie de terreno que abarca 6.000 kilómetros de longitud a lo largo de una franja de tierra, que comprende la mayoría de los países que están en su radio de influencia.
Utilizando soluciones constructivas basadas en tecnologias de impresión 3D, se cultivarian de forma masiva grandes superficies de terreno en el desierto con un micrororganismo llamado Bacillus pasteurii. Debido a la compatibilidad de esta bacteria y las del árido desierto.
Estas bacterias cimentarían estructuras arquitectónicas solidas de arenisca, cuyas condiciones bioclimaticas, resultan ser las idóneas para su habitabilidad. Las bacterias que carecen de riesgo para la salud del ser humano, son no-patógenas pereciendo en el proceso de solidificación.
Los primeros ensayos realizados en la aldea de Gidan-Kiara, en la región de Sokotu, en el norte de Nigeria. Donde se reunen las condiciones propicias para el cultivo de bacterias debido a la acumulación de toneladas de arena que adoptan formas de dunas, son esperanzadores debido a sus buenos resultado. Habiendose obtenido estructuras de gran solidez arquitectónica.