Como cuando en el Sur de Inglaterra andas por una cañada transita entre haciendas parceladas el territorio, un camino agreste repleto de cantos rodados producto de la erosión de un terreno cuyo suelo es pobre e irregular.
Que conforma un inmenso páramo en cuya extensión apenas se puede ver algún resto de vegetación, hasta que de forma inesperada llegas a tu destino. El cual se encuentra en una vaguada creada producto de una pequeña depresión del terreno.
Y cuya superficie que a duras penas abarca una superficie de 3.5 hectáreas te introduce en un bosque, que escondido por una bruma espesa, parece convertirse en la localización perfecta para la ambientación de multitud de leyendas.
Que tienen su origen entre las ramas cubiertas de musgo y de liquenes, que debido a la elevada humedad de los miles de arboles principalmente robles que pueblan el bosque de Wistman en Dartmoor National Park cerca de Two Bridges en el condado de Princetown en Devon, Inglaterra.
Cuentos de atmósfera gótica que los lugareños narran a los visitantes a la sombra de arboles centenarios cuya siluetas retorcidas grotescas dan al conjunto un aspecto surrealista y mágico, donde la banda sonora esta presidida por el tintineo de los arroyuelos y los animalillos del bosque.
Aunque también hay quien dice que son ruidos producidos por una numerosa colonia de elfos que habita en lo profundo del bosque, y cuyo objetivo seria ahuyentar a los numerosos seres cuyos espectros vagan por sus senderos.
UN CAMINO ENTRE LEYENDAS Y CURSOS DE AGUA
Como el de wisht hounds o perros negros con ojos negros, o los espíritus de algunos miembros del antiguo asentamiento de los siempre misteriosos Druidas. Que dicen que perecieron como consecuencia de un terrible incendio acaecido en el transcurso de una noche de Luna llena.
Historias cuyo eco retumbaran en nuestros oídos mientras tratamos de identificar ejemplares de especies como el serbal, el acebo, o el espino o algunos avellanos, que a pesar de contar con los escasos recursos que aporta un suelo bajo en nutrientes.
Historias cuyo eco retumbaran en nuestros oídos mientras tratamos de identificar ejemplares de especies como el serbal, el acebo, o el espino o algunos avellanos, que a pesar de contar con los escasos recursos que aporta un suelo bajo en nutrientes.
El bosque de Wistman es un paraje singular de alto valor ecológico y paisajístico situado en el Sur de Inglaterra, que ademas ofrece la oportunidad de caminar por un paisaje lleno de magia y narraciones legendarias.
Han logrado echar raíces acompañando al viajero hasta el final del recorrido que se encuentra en el otro extremo del bosque, en un lugar conocido como Lych Road o “Camino de los Muertos” cañada que atravesaban en procesión los muertos para ser sepultados en la cercana necrópolis Lydford ya abandonada.
El mejor lugar sin duda para ver a media tarde la conocida como blue hour (hora azul) fenomeno unico que poco antes del ocaso, en todo su esplendor, ofrece la variedad de colores que ofrecen las copas de los arboles que se funden con los últimos rayos del Sol.