No es habitual encontrar creadores de Land Art. Que al componente estetico de su propuesta le añadan un valor funcional que modifique su significado.
Aunque ya podeis vislumbrar de que en algún momento, cuando se reunieran los requisitos y detonantes se empezarian a publicar contenidos de esta incipiente corriente como una manifestación de su evolución natural. Una practica que por otra parte y conceptualmente, quizas sea la primera y unica actividad humana que no ha contemplado la naturaleza asi como todas las criaturas que lo habitan.
Como un entorno que suponga una amanaza, o despierte algún temor o represente en todo caso alguna incertidumbre que suponga algún problema para los seres humanos. Sino que los artistas que actuan sobre el terreno, ya sea in-situ o elaborando piezas previamente en su estudio para posteriormente trasladarlas definitivamente al emplazamiento definitivo.
En el cual, ya sea de forma efimera (algo que sucede la menor de las veces). O como en la mayoria de ocasiones de manera definitiva opera interveniendo sobre paisaje, no solamente desde una optica visual sino reformulando el entorno o mas bien y de forma mas precisa incorporandose como un elemento mas a su metabolismo.
Sin que por ello suponga su presencia un impacto medio-ambiental que altere en alguna medida su frágil equilibrio ecológico, (al menos claro esta sustancialmente). Sino que mas bien tanto en el plano simbólico como ontológico se muestra como un gesto de comunión que obedece a algo mas que a una pauta orgánica.
Y que alguna forma restablece los vinculos seriamente degradados con la madre tierra, tras miles de años de maltrato por parte de la peor versión de la mayor parte de los seres humanos que han habitado hasta este momento este hermoso y singular planeta que de forma tan generosa o incauta (según se mire) nos alberga.
Arriba la obra titulada Hábitat en Darmstadt, Alemania. 2014, a continuación su autor posando en la pieza que lleva por nombre
Y que lamentablemente y hasta cierto punto de forma incomprensible, y casi obscena, se muestra en sus horas mas bajas y precarias. viendo como se consumen sus cuantiosos recursos hasta la extenuacion. Hecho que en síntesis no supondría el mayor problema, a no ser por un pequeño detalle.
Que esta acumulación de incoherencias por parte de una conducta irresponsable a la par que contraprudecente por parte de una buena parte de la población humana, que ha parasitado todos y cada uno de los continentes que se pueden estimar como habitables. Pone al borde de la extinción a su propia civilización.
Episodio desalentador y poco gratificante y que gracias a identidades creativas como la de Tim Norris, con cuyas intervenciones y esculturas al menos consigue atenuar la sensación de que a pesar de que se cuentan con las herramientas, el conocimiento y la experiencia que permitirían revertir las consecuencias de esta situación critica.
Tanto la forma, como el tamaño y los materiales seleccionados estan dictados por su entorno, por ejemplo, la elevación del terreno, las características de los árboles y la calidad de la luz. Aplicando estos criterios su autor nos invita a vivir una experiencia por la que tenemos la oportunidad de recuperar nuestro vinculo con la naturaleza y sus paisajes.
Parece que la inhaccion y la desidia por parte de las autoridades y de todas aquellas entidades ya sean pertenecientes al ambito administrativo o al tejido asociativo, con competencias e influencia real efectiva como para impedir el colapso de la diversidad de ecosistemas que configuran el planeta que compartimos.
Puedan hacerlo o simplemente debido a presiones e intereses principalmente economicos se hayan planteado siquiera intentarlo. Y nos sumergen en un conjunto de propuestas que conforman una trayectoria artistica, que desde sus inicios en los albores de este Siglo XXI.
Desarrolla una narrativa que sin renunciar a aquellos canones y rasgos que han forjado un estilo por otra parte aun se encuentra en sus primeras fases, tanto estilisticas, como formales e intelectuales como la de la practica del Land Art y su enorme potencial. No solamente desde un enfoque meramente artistico, sino social.
Sobretodo en el plano combativo creando foros en los que el debate, el compromiso y el activismo de sus participantes sean uno de los valores fundamentales a partir de los que se generen dialogos en los que nuestro respeto y concienciación respecto a los seres con los que convivimos sea la guia que nos permita hacer camino juntos.
Y que ya sean en las piezas que forman de su primera epoca como en Spiral Coppice Arch que está en Kent en UK. Diseñada con castaño dulce, comúnmente cultivado en Kent, en Coppice Seat, en Stour Valley Arts, Kings Wood, tambien Kent y que fue su primera obra completada tras diez años mientras se formaba. o Neural Nature estructura construida en bambú en Yu Lei Mountain en Chendu, China. Propuestas tempranas en las que la cosmovision en formacion de Tim aplica casi desde una posición que se podria apreciar como militante, sin fisuras. Algo que se observa en sus formaciones ya sean radiales o las tradicionales espirales. Trazadas a ras de suelo (como es de rigor,) se trata de formas sugestivas e intuitivas en las que los cantos rodados ya sean pulidos por las corrientes de algún curso de agua proximo o en sus nidos como en Willow House emplazada en Exmoor National Park en Somerset su version mas ruda y agreste.
Nos describen de forma explicita los argumentos y fundamentos sobre los que las obras de Tim nos quiere en un principio transmitir. Temas que les preocupan como la desconexión que según su autor de manera persistente se esta dando entre el ser humano y el resto de las criaturas que pueblan el bosque.
Muchas de sus obras están ubicadas estratégicamente para maximizar las vistas panorámicas, como las que creo en Gales del Sur, los visitantes pueden convivir con la escultura, tocar los materiales y sentirse conectados tanto con la parte estetica como con el paisaje.
Siendo en su opinión la causa fundamental a la que hay atender si se desea entender las razones de un problema mas o menos complejo que empieza por ser preformativos y por lo tanto de la necesidad de ser testigos de la catástrofe medio-ambiental cuya magnitud esta aun por constatar. Si se quiere tomar conciencia de las consecuencias sobre la naturaleza.
Pero por esta obstinación por permanecer cada vez mas distantes y ajenos a esta evolución de los acontecimientos que estan implicados en la destrucción de nuestro hábitat. Nos impide reflexionar acerca de los efectos que nos acabaran alcanzando a nosotros como principales interesados en el cese de esta agresión interrumpida a nuestro planeta tierra.
Lugar de reencuentro tras completar el recorrido. The Arise en Harold court woods, Thames Chase,Essex. UK
Es por esta serie de inquietudes por las que Tim en sus proyectos mas recientes, decide dotar a su discurso de aquellos elementos que digamos dinamicen y permitan a sus obras transitar de ser piezas que admirar a ser lugares de encuentro, reflexión e incluso meditación.
Convirtiéndose en autenticos desafios para unos sentidos educados por el mundanal ruido de las ciudades en la que por regla general languidecemos. Y que nos permiten acomodarnos y adoptar una actitud mas contempletiva experimentando como nuestros bio-ritmos se restauran adaptándose de forma casi espontánea adoptando una percepción del tiempo mas acorde con nuestra constitución orgánica.
En este contexto podemos mencionar piezas como Harlech Bench situada en el Parque Nacional de Snowdonia, Gales, Reino Unido, Forest Wave Shelter que se puede visitar en Monte Yonmi, Corea del Sur 2017 que está hecha de un lienzo de algodón muy tupido, que ha sido cosido a un marco de acero. El lienzo, cuando se trata con barnices, lo que le vuelve duradero obteniendo una calidad táctil agradable. O The Journey en I Park, Connecticut, Estados Unidos 2013, construida a partir de una armadura de acero revestida con una cáscara dura de corteza de roble rojo de 300 años de antiguedad. Esta superficie oculta un suave vientre de musgo. Este globo estratificado que recuerda a la Tierra, evoca ideas de protección o refugio que se distinguen por presentarse como mas acogedoras y por lo tanto receptivas energéticamente.
Ya no se comportan solamente como lugares de transito sino de destino, desde los cuales admirar el paisaje e interiorizar aquellas transformaciones que nos sanan como individuos y nos reconcilian con nuestros origenes cuyo rastro perdimos cuando nos ocultamos en bloques anodinos de hormigón.
ACERCA DE TIM NORRIS:
Tim Norris es un artista britanico que se graduó en 1995 en la Canterbury School of Art. Desde entonces ha realizado encargos para colecciones privadas y públicas en todo el país, como el Bosque Grizedale, The Irwell Sculpture Trail y Stour Valley Arts.
Tim siempre ha tenido una pasión por el aire libre y esto a menudo no solo le proporciona la inspiración, sino también el escenario para su obra de arte. Se especializa en la escultura al aire libre a gran escala, se inspira en el paisaje circundante y, cuando es posible, utiliza materiales naturales autóctonos. La escultura de Tim también tiene como objetivo fomentar una sensación de interacción.















_edit_188822180547080.png)
_edit_8099193296908.jpg)

