El arquitecto francés Renzo Piano concibe la arquitectura como una entidad orgánica dotada de vida y de autonomía propia. Estas características se observan se observan tanto en las morfologías que aplica a sus estructuras extraídas directamente de la naturaleza, como el tiempo que precisa para la construcción de mucho de sus proyectos.
Ubicado en el centro de la capital francesa el vetusto edificio original que acoge las instalaciones de la Pathe Foundation, presenta una tipología de principios de siglo XVIII. Nada que ver con el apéndice que insertado en la parte posterior.
Que instalado en mitad de dos volumenes sirve como nexo entre los edificios de la entidad cultural y social. Las obras iniciadas en 2.006 se alargaron tras experimentar múltiples contratiempos prolongandose más tiempo de lo estimado en principio.
Las instalaciones destinadas acoger las dependencias de la administracción y el centro de estudios de la institución. Fue construida a partir de un armazón envolvente formado por vigas de madera, cubierto por un caparazón de escamas acristaladas que capturan la luz exterior, proyectandolo en el estomago donde baña de luz los miles de volúmenes con los que se alimenta, en un proceso biológico extraído como metáfora de la naturaleza.
Alimentado por la controversia desde que se presento este anexo de forma ovalada coloniza el espacio de forma sinuosa. Abriéndose paso entre las cornisas de los edificios adyacentes, que parecen acogerle como un ser parasitario que acapara el espacio residual según pasa el tiempo.
La ampliación de la Pathe Foundation cuya actividad de índole cultural se centra en el archivo y conservación del legado cinematográfico de los hermanos Pathe. Es producto de esa ficción, su piel acristalada emerge en el horizonte de la ciudad alimentando la imaginación de sus ciudadanos que lo observan con a la vez con curiosidad y asombro.