La ciudad de Amsterdam en los Países Bajos se está expandiendo hacia el este. Entre la ciudad vieja y la nueva parte, hay una isla llamada Zeeburgereiland, hechas de con los sedimentos producidos por el barro expulsado por los canales.
Hoy en día es una de las mayores plantas de tratamiento de aguas residuales en deshuso. Existe diferentes propuestas viables para derribar la vieja instalación en desuso y emprender la construcción de viviendas y otros equipamientos destinados a cubrir las necesidades socio-económicas de la comunidad que se establezca.
Uno de ellos es la reconversión de los tres silos que forman la planta de tratamiento, dedicando cada una de las tres estructuras a una actividad. Curiosamente el mismo estudio de arquitectura, el holandes NL Architects, ya estuvo presente en la competición para reformarcestos tres silos, en aquella ocasión, corría 2.009 presentaron su proyecto, para transformar los tres depósitos en sendos edificios que albergaran equipamientos comerciales.
En estos momentos cuando esta finalizando 2.011 se recupera el proyecto Siloo O modificando la idea inicial. En vez de contemplar un modelo de reforma cuya finalidad sea la gestión y actividad económica, en los planos presentados a las autoridades de Amsterdam, se contempla que en los silos ya reformados, sean las actividades dedicadas al ocio y el tiempo libre, las verdaderas impulsoras de la actividad en la isla. Para eso se ha elaborado un plan que se desarrollara en tres fases.
Quizás el mas reprensentativo sea la actividad que se va a desarrollar en el primer volumen, una escalada indoor y al aire libre y un parque de montaña. El concepto propone volver a utilizar el silo existente y están dirigidas a dotar a los escaladores con un lugar emocionante en el centro de la ciudad. Aprovechando el diseño actualizado de las características, las protuberancias en su fachada para proporcionar aleros al aire libre, la estructura cuenta con una gran cantidad de aleros a lo largo de la fachada del edificio exterior, albergando una serie de balcones y terrazas que sirven como lugar de descanso y lugar frecuentado por escaladores.
Los 42 metros de altura de cada torre de almacenamiento tiene su propia identidad individual y la fachada de las estructuras son intencionalmente creadas para dar la apariencia de una instalación escultórica estéticamente hablando.
La creación de ventanas con aberturas de vidrio, cuenta con un motivo triangular que le permite destacarse en el horizonte de la ciudad. En el interior, la estructura presenta un interior que se eleva a una altura de 20 metros y sirve como un espacio de escalada. La sala de piedra en la parte superior cuenta con una abertura para permitir que la luz del día entre, mientras que grandes ventanales situados a lo largo del edificio proporcionan el espacio interior se inunda de luz natural.
En los dos silos contiguos se da cabida a espacios de oficina y negocios relacionados con la escalada. En lo más alto del edificio, un parque en tres dimensiones, se destribuye entre las tres estructuras autónomas para crear un sentido de cohesión en el esquema del diseño y su integración en el paisaje urbano del resto de la ciudad.