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Dan Witz, señales en el camino

Con motivo de su participación en la ultima muestra de arte callejero austriaco Escape The Golden Cage, que se esta celebrando estos días en sus calles, el polifacetico y poliedrico artista Dan Witz


Recupera el mobiliario urbano, o al menos el que nos es más cercano y reconocible, como son las señales de trafico que nos indican como desplazarnos de forma civilizada por el conjunto de calles, que conforman el espacio publico.


Elemento que el utiliza como soporte expresivo, sustituyendo los fríos y anodinos pictogramas por reflexiones e ideas alusivas a una diversidad de preocupaciones sociales. Algo que hace utilizando un lenguaje en el que a pesar de que está dominado por un espíritu crítico y mordaz, no se olvida de la ironía mostrando su sentido más informal.

Y que representa un paso coherente de lo que fue en 2007 su proyecto de arte callejero Do Not Enter, con el que inundo de proclamas incendiarias las ciudades de New York, Londres y Copenhague. Una acción global con la que queria reflexionar sobre los flujos de población y sus limitaciones e imposiciones administrativas.


Natural de la ciudad estadounidense de Chicago. A lo largo de su trayectoria que abarca casi dos décadas se ha creado una identidad creativa producto de un enfoque interdisciplinar de su práctica artistica. Aunque se ha hecho fundamentalmente  conocido por sus ingeniosas pegatinas con las que ha creado toda una marca reconocible a nivel mayoritario.


Además de su selección de carteles serigrafiados en trampantojo titulados Holes realizados durante la segunda mitad de la última década del siglo XX. Un conjunto de intervenciones que tuvo como marcó el distrito de Brookly. En los últimos años, Witz se ha volcado en la pintura, buscando inspiración en la ciudad de Nueva York y combinando herramientas tradicionales y digitales en sus trabajos que estéticamente parecen collage. 


Sus trabajos comienzan con fotografías digitales, las cualesedita en Photoshop y luego imprime las imágenes sobre lienzo. Al igual que los maestros holandeses, Witz aplica el color con técnicas tradicionales de veladura, lo que le permite crear ilusiones de profundidad, forma, luz y sombra.



Dan Witz, arte en la piel de la calle



Dan Witz es un artista rupturista y cuyas intervenciones ya sean las desarrolladas en el entorno urbano como las que programa en los espacios limitados de una galería o un museo, siempre suscitan debate partiendo de la expectación que generan.

Desde sus inicios a finales de los años setenta cuando en varias de las paredes de la escuela de arte donde estudiaba, pinto unas llamaradas como gesto de disconformidad. Acto con el que denunciaba lo que el consideraba lo nociva y toxica que era la arquitectura con la que habían diseñado el edificio que la albergaba.

En su trayectoria aunque sigue calificado como un elefante terrible o un outsider. Experimenta una transformación radical (al menos en el ámbito creativo,) cuando conoce el trabajo que se estaba realizando en la gran manzana por aquellos años. Integrándose como uno de los miembros mas activos en el todavía balbuceante comienzo del street art New Yorkino.

Corriente de la que se acaba distanciando debido a que su credo como autor no es compatible, con la cada vez mas mercantilizada escena. Optando por mantener una posición independiente y de escepticismo respecto a lo que esta sucediendo entorno al movimiento urbano.

EL ESPACIO PÚBLICO, UN PAISAJE DE CUCHILLAS Y DESEOS  

Su contribución artística, sin embargo, ha sido prolífica desde entonces. Explorador de nuevas técnicas y aplicaciones en el arte urbano. Donde es precursor de un lenguaje propio que ha sido imitado por numerosos seguidores en todo el mundo. 


Aunque es conocido por ser uno de los iconos del street art, también cultiva disciplinas como la fotografía o la pintura, más concretamente el surrealismo. Facetas que le ha permitido financiar su carrera como artista urbano.                                                                    

Como testimonio del compromiso social que transciende lo meramente artístico, son sus ultimas intervenciones urbanas. A través de las refleja las impresiones que le transmite la sociedad con la que mantiene un vinculo de proximidad. 

Posición que queda de manifiesto en las series mas recientes que ha realizado. Mostrándose como un cronista excepcional, que destaca por poseer una capacidad narrativa en la que unas veces utilizando un lenguaje de donde predominan las sugerencias.

Y en otras ocasiones de forma mas explicita  y ortodoxa, revelandonos una imagen próxima a la que vivimos explorando aspectos más domésticos y cotidiano. Utilizando un lenguaje plástico casi minimalista, un espacio narrativo donde el libera todas las tensiones creativas y que domina con solvencia.