Todos los días se levanta temprano desayuna y antes de emprender una de sus rutas selecciona los volúmenes, que se añadirán a los mas de 700 libros que ocupan los anaqueles de esta peculiar biblioteca ambulante.
Bautizada como Il Bibliomotocarro por razones obvias, su administrador-bibliotecario. Un profesor jubilado que responde al nombre de Antonio La Cava, recorre incansable los pueblos y pedanias que conforman la comarca Basillicata. Región situada al sur de Italia y bañada por el mar Tirreno. Una zona que por sus rudimentarias vías de comunicaciones y geografías presenta lugares donde las tradiciones todavía estan muy arraigadas.
Coronado por un techo a dos aguas que se inspiran en la arquitectura local Il Bibliomotocarro. Es una biblioteca montada en un viejo modelo Piaggio Ape, una furgoneta de tres ruedas color azul celeste como el que según su autor esta presente en todas las localidades que visita.
La aventura coindiendo con el alumbramiento del nuevo siglo en la villa de Ferrandina, donde Antonio impartió clases la mayor parte de su vida profesional. Es una iniciativa que se plantea como alternativa, ante la falta de equipamientos en la zona que faciliten el acceso a la lectura. Hecho que propiciaba unas tasas de lectura irrisorias.
Índices que gracias a la labor de Antonio y de sus muchos colaboradores han conseguido revertir. Habiendose creado una comunidad lectora en la que participan principalmente población en edad escolar y adolescentes. Que muestran su fascinación ante la presencia de tan singular biblioteca, que parece extraída de un cuento de hadas.
Il Bibliomotocarro tiene como objetivo principal estimular el placer por la lectura, a partir de la creación de un lugar común ajeno al ámbito de la escuela física. De esta forma la comunidad educativa logra generar actividad, de ahí la elección de un medio tan inusual como un motocarro de tres ruedas, pero a la vez tan accesible y cercano a los parámetros culturales de sus habitantes.
La aventura coindiendo con el alumbramiento del nuevo siglo en la villa de Ferrandina, donde Antonio impartió clases la mayor parte de su vida profesional. Es una iniciativa que se plantea como alternativa, ante la falta de equipamientos en la zona que faciliten el acceso a la lectura. Hecho que propiciaba unas tasas de lectura irrisorias.
Índices que gracias a la labor de Antonio y de sus muchos colaboradores han conseguido revertir. Habiendose creado una comunidad lectora en la que participan principalmente población en edad escolar y adolescentes. Que muestran su fascinación ante la presencia de tan singular biblioteca, que parece extraída de un cuento de hadas.
Il Bibliomotocarro tiene como objetivo principal estimular el placer por la lectura, a partir de la creación de un lugar común ajeno al ámbito de la escuela física. De esta forma la comunidad educativa logra generar actividad, de ahí la elección de un medio tan inusual como un motocarro de tres ruedas, pero a la vez tan accesible y cercano a los parámetros culturales de sus habitantes.