Desde el exterior el recién inaugurado edificio que alberga Book Mountain, una biblioteca en la ciudad holandesa de Spijkenisse, parece una urna acristalada o un enorme invernadero. Donde lo que menos espera el visitante es encontrar una estructura piramidal, con cientos de estantes preparados para catalogar miles de libros.
Diseñada por el estudio MVDRV, esta singular biblioteca ubicada en el casco antiguo de la ciudad, se proyecta por su fachada principal a una gran plaza. Los arquitectos tuvieron muy claro que querían un edificio con un claro acento académico, pero que por otra parte facilitara al usuario una comunicion visual exterior-interior de las instalaciones donde se desarrolla la actividad bibliotecaria,
Esto se consigue gracia a la eliminación de cimientos y columnas, siendo sustituidos por una pirámide con cientos de tablones de madera, que apoyandose en la plataforma principal recorren los treinta metros de altura del edificio. El cual al estar abierto y acristalado por sus cuatro flancos, apenas precisa de iluminación artificial, lo que supone un ahorro considerable de energía.
La biblioteca que forma parte de un proyecto de remodelación urbanística, que comprende la construcción de una urbanización y diferentes equipamientos para la comunidad, se empezó a gestar hace diez años, cuenta con una superficie funcional de 9.300 metros cuadrados.
La estructura interior cuenta con un total de cuatro alturas divididas en terrazas, donde los libros están accesibles, para que el lector pueda consultarlos cómodamente, mientras disfruta de unas excelentes vistas.
Pasillos y plataformas lo bordean dando acceso a través de una red de escaleras que permite a los visitantes ver las hileras de estanterías. en una ruta continua de 480 metros culminando en la sala de lectura y una cafetería con vistas panorámicas aledaña. Además existen salas polivalentes que incluyen un centro de educación ambiental, salas de reuniones, auditorio y oficinas.
Su diseño arquitectónico esta inspirado en los antiguos graneros que había en la zona. Debajo del vidrio el espacio se climatiza sin necesidad de aire acondicionado. En verano la ventilación natural y los toldos logran un clima interior confortable, en invierno la calefacción por suelo radiante y el doble acristalamiento mantienen un ambiente interior estable.