Aparentemente es una estructura en bruto que carece de lo mas elemental en la contrucción de una vivienda, los tabiques que la protegen, de las inclemencias del exterior, por lo que es cualquier comprador potencial no mostraría el mas mínimo interior. Pero sin embargo ese es el argumento que han valorado el jurado del Concurso de Arquitectura Origami, celebrado a finales del año pasado, en la localidad de Oporto en Portugal. Se le haya concedido el primer premio.
Las unidades residenciales de Polikatoikea, se componen de un modulo inspirado en el mobiliario de la firma sueca Ikea, que permite su movilidad y ubicación en diferentes lugar, pudiendo añadir mas módulos en función del espacio disponible, y una planta en bruto donde el residente puede organizar el espacio por ejemplo con panel moviles o cerrando parcialmente al exterior utilizando aluminio, pudiendo diseñar y configurar el espacio que habita.
Diseñado por los arquitectos Filipe Magalhaes y Ana Luisa Soars, en el interior del modulo se encuentran los servicios básicos, una cocina equipada, un baño y una habitación. Su diseño compacto le permite la movilidad, estando destinados a un consumidor joven, en el plano conceptual el proyecto trata de proporcionar una idea que combate la desertificación de una conjetura económica inestable, donde bajo costo se presenta como una solución asequible.
El patio trasero se ve como el elemento básico de la propuesta como abstraído y se repite en cada planta desarrolla una serie de nuevas plataformas públicas.
terrazas se proponen nuevos encima de los tejados anteriores usando simples soluciones estructurales, que ofrece más metros cuadrados a la ciudad sin salir del sitio.
estos lugares se crean mediante la colocación de cápsulas individuales, las burbujas de espacio privado, que se convierte en la casa llenando todas las necesidades básicas de vida contemporáneo.