Torsten Ottesjö - Kloster


Los fiordos noruegos es uno de los destinos que han experimentado mas afluencia de turistas en la ultima década, su belleza salvaje, las dificultades de acceso debido a lo escarpado de su territorio y su cercanía al polo ártico, lo convierten en un lugar idóneo para los amantes de la aventura y de la naturaleza.

Pero al contrario  de lo que mucha piensa es en la costa oeste de Suecia, donde hace millones de años se crearon los primeros glaciares que originaron posteriormente los valles que tras ser ocupados por el mar se transformaron en uno de los paisajes mas espectaculares de la tierra,

Este desconocimiento suscito en el animo del estudio de arquitectura de Torsten Ottesjö, la idea de diseñar un refugio y un mirador construido con materiales locales y que se convirtiera en un punto de información, donde los viajeros pudieran documentarse y planificar las múltiples rutas existentes y por descubrir.

Añadiendo los descubrimientos realizados en las expediciones por un territorio, que en muchos casos esta aun sin explorar, o lleva largo tiempo despoblado, hallándose numerosos restos arqueológicos diseminados por la zona.

Inspirados en las hojas de las especies arboleas de su entorno, las dos construcciones se  asientan sobre una zona en pendiente que conduce a una playa privada que también dispone de muelle. 

Sus estructuras están diseñadas para reflejar la forma de una hoja que se encrespa, aprovechando al máximo el recepción de la luz en su interior durante todo el día. Se componen de una única planta cuya superficie se extiende hacia arriba por encima de sí mismo ofreciendo unas vistas panorámicas excelentes de toda la linea de costa.

Fotografía David Relan