La fotógrafa Natsumi Hayashi, se dedica a capturar personas en estado de levitación. En las que el movimiento se muestra de forma casi coreografica, instantes en los que explora el rendimiento poético de la naturaleza humana y su potencial plástico y expresivo.
Creando narrativas visuales donde la naturaleza del individuo y los diferentes estados se diluyen, en fotografías en las que retrata el deseo de su protagonista de diluir las tenues fronteras entre lo verosímil y lo imposible.
Existen numerosos argumentos que constatan las limitadas capacidades morfologicas del ser humano. Para poder desplazarse de forma autónoma por ejemplo a pie, precisa de una aparatosa logística anatomica. Realidad que a ella le provocaba cierta curiosidad por lo que se propuso analizarla.
A través de la realización de series de fotografías en la que actúa como modelo, descubriendo la diversidad de órganos y músculos que son necesarios, para que un individuo se pueda mover de forma autonoma. Dándose cuenta de que ese gesto tan trivial como es andar supone una inversión de recursos considerable.
Quizá persiga la virtud de capturar el movimiento, el gesto, la acción que transcurre en ese instante en que dispara congelando el momento preciso. Sus fotografías transmiten una atmósfera de transcendencia y de dominio sobre el espacio casi de forma surrealista a la vez que serenidad, y contemplación.
Nacida y residente en Japón, emplea una técnica llamada SLR, con la que dispara una cantidad arbitraria de disparos que varia dependiendo de los deseos de la fotógrafa. Sincronizando el momento de realizar la fotografía con la acción de levitar.
Cada fotografia requiere de 10 a 60 minutos para conseguir la toma adecuada, llegando a efectuar hasta 300 disparos por cada fotografia. Con el equipo que suele trabajar habitualmente es una camara MK2 Canon EOS 5D. Aunque últimamente está coqueteando con las prestaciones que le ofrece las últimas versiones del iPhone debido a las mejoras notables en términos de fotografía que han incorporado.