Uno de los principales desafíos que se nos presentara cuando abordemos el desafió de terraformar un planeta de los muchos que hay en nuestra galaxia, sera lograr las condiciones óptimas por las que sea compatible nuestra presencia con su atmósfera.
Cuya composición principalmente tendrá que contener los niveles precisos de oxigeno que nos permitan respirar y por lo tanto sobrevivir garantizando nuestro provenir. Desarrolladas por Julian Melchiorri en cuyo currículum académico combina formación científica y artística, las entidades vegetales que ha creado reproduciendo a escala nanotecnolgica uno de sus principales órganos. Como son los cloroplastos a los que añadido una proteína modificada genéticamente a la que bautizado Silk Proteine, metabolizando la luz, el CO2 y el agua independientemente de su presencia transformándolos en oxigeno, lo que supone una ventaja adaptativa al medio en el caso de que haya ausencia de alguno de estos elementos. Y que en palabras de su propio creador supone un punto de inflexión en la carrera por habitar otros planetas. Dado que uno de los problemas que suele presentarse a la hora de poder colonizar un nuevo planeta, es que entre sus características aparte de la gravedad circunstancia que impide que los organismos de origen vegetal pueda prosperar. Es que en su tenue atmósfera carece de uno o mas elementos imprescindibles para que la vida tal como las conocemos en la tierra.
Testadas en laboratorio en el que se han recreado diferentes escenarios, las Silk Leaf (hojas de seda) son dispositivos artificiales diseñadas por Julian que reproducen la fotosintesis que se observa de forma natural en las plantas.Adaptanse satisfactoriamente a cualquier tipo de entorno.