Charlotte Caron, Ed Fairburn y Diego Beyró, tres retratos de una misma historia


El lenguaje gestual es muy rico proporcionando mucha y variada información sobre la persona, el rostro y sus facciones suele ser lo primero que nos fijamos cuando nos presentan alguien. 

Los ojos, la boca, los pómulos, la nariz y como interactúan representan nuestra tarjeta de presentación en sociedad. Aparte de la impresión estética que proyecta de nosotros sobre los demás, nuestro rostro es como un mapa. 

Que describe nuestras preferencias, gustos, fobias, debilidades ante los demás y ante nosotros mismos. La artista y fotógrafa Charlotte Caron, aplica una tecnica mixta en su serie de retratos, sustituyendo el rostro humano por el de animales con los que se identifica.

Tratando de dar una respuesta a una forma de dualidad humano animal, desafiando al animal que llevamos todos en el interior, y que camuflamos con máscaras de humanidad. Para crear finalmente una ósmosis entre los dos medios, entre el animal y el retrato.
 


Por su parte el ilustrador Ed Fairburn traza las coordenadas de los principales rasgos del rostro humano, empleando como soporte mapas cartográficos que llegan abarcar varios países. Explorando el origen de la identidad múltiples de cada individuo y su vinculo con su entorno.

Entre la infinidad de retratistas, hemos seleccionado a tres que por sus peculiaridades son muestras de la variedad de técnicas que se pueden emplear a la hora de realizar un retrato.

Por ultimo el creativo y publicista argentino Diego Beyró, emplea de soporte el blanco inmaculado de una sabana como lienzo, para crear con el explicito titulo de Orgasmo. Una serie de retratos donde reproduce el momento justo en el que se produce el climax, provocando la liberación de cantidades ingentes de hormonas que nos proporcionan placer.


Las producciones de Diego se caracterizan por la fuerza, el impacto de sus imágenes y la combinación de la artesanía y el uso de las nuevas tecnologías y dispositivos. Tanto en su serie orgasmos, en la que pintó ese instante singular de éxtasis entre sábanas, y en sus vídeos más experimentales, o su trabajo digital, vemos el cuerpo como objeto de estudio a fondo. El cuerpo, como punto de partida, describiendo sentimientos en el ámbito privado.