Aunque las obras del artista chino Yue Mingun se puedan interpretan como odas al propio ego. Independientemente del formato que emplee como medio expresivo. Ya sean los tan característicos retratos duplicados en los que se ríe a mandíbula batiente.
O en sus encarnadas esculturas. Su autor básicamente nos traslada un mensaje optimista, en su caso motivación militante en la que se aplica de forma casi obsesiva. Un discurso con el que establece un diálogo con el espectador en el cual aflora la empata de forma instantanea. Actitud positivista que se manifesta a través de las mismas emociones y mostrando el mismo rictus.
Es uno de los artistas mas relevantes del emergente arte que se produce en China y el mas cotizado de sus coetáneos, nos formula esa pregunta mediante la constante reproducción de su mandíbula desencajada en una cínica risotada, quizás nos hace una invitación para que lo emulemos.
Conocido fundamentalmente por sus pinturas al óleo, además cuenta con una amplia obra escultórica. En la que destaca la ultima que con motivo de la muestra que organizo el museo Today Art, una instalación que nos traslada al futuro.
Donde un grupo de clones de si mismo nos muestra reliquias de nuestro pasado mas reciente, mientras mantienen una animada conversación. Su discurso mantiene un vinculo atávico, donde las referencias a la historia mas inmediata de China son constantes.
Así como la referencias a las costumbres mas tradicionales, también aparecen en el tratamiento que realiza desde su entorno mas próximo a las periferias, configurando un discurso homogéneo donde lo local se cruza con lo global y una versión de la cultura Pop proyectada desde su tierra natal.