Todos conocemos la propiedades energéticas de los alimentos, tanto en términos dietéticos como el uso de diferentes cultivos para la producción de bio-diesel. Pero lo que nos revela el fotógrafo Caleb Charland con su serie es la facultad de las frutas y verduras para producir electricidad.
Sus proyectos fotográficos relacionados con la electricidad, el fuego y el magnetismo, experimentan con serie de fuentes de energía alternativas creadas a partir de frutas, monedas, e incluso vinagre para alimentar diodos LED, con lo que consigue fotografías larga exposición, invirtiendo en cada sesión hasta catorce horas.
Las baterías orgánicas extraen la energía, utilizando como filamentos semiconductores cables de cobre, enlazados a clavos galvanizados recubierto de zinc. Los electrones fluyen desde el electrodo de zinc (donde el zinc reacciona), llegando a producir alrededor de 5 voltios, alimentación de un LED durante varias horas.
"Hay una energía vibrando en el espacio existente entre nuestra percepción del mundo y el potencial que la mente percibe para nuestras invenciones. Esa energía es el origen de todo arte y toda ciencia verdadera, genera momentos sorprendentes que nos permiten sentir lo extraordinario en lo cotidiano."
Caleb Charland se crió en una zona rural de Maine (EE.UU.) y pasó parte de su infancia ayudando a su padre en su empresa de reformas, y de ahí surgió parte de su curiosidad y de su capacidad para la utilización de los materiales de forma creativa.
Caleb además, combina su curiosidad científica con la creatividad fotográfica para captar imágenes de objetos cotidianos que interactúan con las fuerzas físicas fundamentales. El resultado es a la vez estético y didáctico.
Sus proyectos fotográficos relacionados con la electricidad, el fuego y el magnetismo, experimentan con serie de fuentes de energía alternativas creadas a partir de frutas, monedas, e incluso vinagre para alimentar diodos LED, con lo que consigue fotografías larga exposición, invirtiendo en cada sesión hasta catorce horas.
Las baterías orgánicas extraen la energía, utilizando como filamentos semiconductores cables de cobre, enlazados a clavos galvanizados recubierto de zinc. Los electrones fluyen desde el electrodo de zinc (donde el zinc reacciona), llegando a producir alrededor de 5 voltios, alimentación de un LED durante varias horas.
"Hay una energía vibrando en el espacio existente entre nuestra percepción del mundo y el potencial que la mente percibe para nuestras invenciones. Esa energía es el origen de todo arte y toda ciencia verdadera, genera momentos sorprendentes que nos permiten sentir lo extraordinario en lo cotidiano."
Caleb Charland se crió en una zona rural de Maine (EE.UU.) y pasó parte de su infancia ayudando a su padre en su empresa de reformas, y de ahí surgió parte de su curiosidad y de su capacidad para la utilización de los materiales de forma creativa.
Caleb además, combina su curiosidad científica con la creatividad fotográfica para captar imágenes de objetos cotidianos que interactúan con las fuerzas físicas fundamentales. El resultado es a la vez estético y didáctico.