En el año dos mil cuatro un hombre inconsciente fue descubierto detrás de un restaurante de comida rápida en la localidad de Richmond Hill en Georgia. No tenía pertenencias, presentaba un cuadro cutáneo severo por quemaduras de sol.
Y estaba casi ciego por cataratas. El hombre estaba tan exhausto que apenas balbucea unas frases sin sentido, siendo incapaz de presenta acreditación alguna. Ya fuera documental o de memoria sobre su verdadera identidad.
Después de meses de evaluación continua de los médicos y psicólogos se determinó que sufría de amnesia disociativa. Adoptó el seudónimo Benjaman Kyle y se embarco en la búsqueda de su verdadera identidad suscitando la atención de numerosos medios de comunicación en los Estados Unidos.
Siendo su historia objeto de rodaje de un cortometraje titulado Finding Benjaman, dirigido por John Wikstrom podeis verlo AQUI. A día de Benjaman es el único ciudadano de los Estados Unidos que oficialmente figura como desaparecido a pesar de que conoce su paradero.
Un aspecto kafkiano de esta situación es que Benjaman ahora vive completamente en el limbo legal: durante los últimos ocho años le ha sido negada la posibilidad de obtener un nuevo número de la seguridad social, o se le ha impedido abrir una cuenta bancaria o poseer una tarjeta de crédito.
La administración y la burocracia de estado argumenta que Benjaman ya dispone de su registro. Pero a pesar de los esfuerzos por reconstruir su identidad a través de la corcondancia de las huellas dactilares, o el análisis de su ADN, no se ha logrado desvelar su origen, no encontrando ningún rastro que haga referencia a su pasado.
La pieza que mide 20x15 pulgadas, contiene aproximadamente dos millones de puntos. Con este minucioso trabajo el autor aparte de explorar la posibilidad de que Benjaman consiga recordar su verdadero su nombre, recobrando de esta forma sus derechos civiles y jurídicos.
Pretende obtener recursos económicos con los que poder obtener de la administración la documentación necesaria que habilite el derecho de Benjaman a disponer de una identidad transitoria que le permita desarrollarse e integrarse en la comunidad donde reside.
La administración y la burocracia de estado argumenta que Benjaman ya dispone de su registro. Pero a pesar de los esfuerzos por reconstruir su identidad a través de la corcondancia de las huellas dactilares, o el análisis de su ADN, no se ha logrado desvelar su origen, no encontrando ningún rastro que haga referencia a su pasado.
Conmovido por su historia, el artista Miguel Endara se puso en contacto con Benjaman, para proponerle la posibilidad de tratar de recuperar sus recuerdos a través de la realización de una serie de retratos hiperrealistas.
Realizado mediante la técnica de punteado, una técnica tediosa que implica una pluma, paciencia y una obscena cantidad de puntos. En el retrato se empleo casi ciento treinta y ocho horas hasta completarse, presentando una tasa de 4,25 puntos por segundo.
Realizado mediante la técnica de punteado, una técnica tediosa que implica una pluma, paciencia y una obscena cantidad de puntos. En el retrato se empleo casi ciento treinta y ocho horas hasta completarse, presentando una tasa de 4,25 puntos por segundo.
La amnesia disociativa, también conocida como amnesia funcional o amnesia psicógena, es un trastorno disociativo caracterizado por una fuerte pérdida de memoria provocada por un episodio intenso de estrés psicológico.
La pieza que mide 20x15 pulgadas, contiene aproximadamente dos millones de puntos. Con este minucioso trabajo el autor aparte de explorar la posibilidad de que Benjaman consiga recordar su verdadero su nombre, recobrando de esta forma sus derechos civiles y jurídicos.
Pretende obtener recursos económicos con los que poder obtener de la administración la documentación necesaria que habilite el derecho de Benjaman a disponer de una identidad transitoria que le permita desarrollarse e integrarse en la comunidad donde reside.