El terremoto de 2011 en Christchurch fue el mayor desastre natural en la historia de Nueva Zelanda, que causó la muerte de 181 personas dejando cerca de treinta mil millones de dolares en costos de reconstrucción.
Tocados por los acontecimientos de ese día de febrero, el fotógrafo Fabrice Wittner hace frente a la destrucción de la mejor manera que sabía: por la creación artística. Su proyecto Enlightened Souls (almas iluminadas).
Utiliza plantillas de cartón a escala humana troqueladas, que debido a la exposiciones duradera a la luz, crea retratos que parecen casi como hologramas o presencias expectrales.
Northern Lights es una invitación a adentrarse en la noche polar y el mundo tradicional de los inuit a través de una serie de fotografías de larga exposición y pinturas de luz realizadas con plantillas.
El ambiente nocturno y místico creado en torno a una antigua imaginería inuit ilumina la noche polar para hacernos reflexionar sobre la fragilidad de una cultura y su entorno. Un asunto que podríamos estar tratando en cualquier lugar de la Tierra, un asunto que resuena con los problemas ecológicos y climáticos actuales.