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Estelle Chrétien, la redimension del paisaje entre lo público y lo privado



Existen imágenes que dependiendo del contexto en el que son realizadas o creadas, por si solas. Ya poseen la capacidad de causar tal impacto y magnetismo en el espectador, que a nivel inconsciente modifican la percepción que tiene uno del mundo que les rodea.


Ese efecto muchas veces de magnitud demoledora se observa sobremanera en la afiliación o complicidad deliberada que buscan los medios de comunicación con sus audiencias. Sobre todo en un entorno mediático parásitado por el instrusismo. Donde el valor intrisico del flujo de información que se sirve a los consumidores (muchas veces voraces) por acceder a nuevos contenidos.

Tiene que ver más con el, cómo te transmite determinada noticia o acontecimiento, que con el rigor y veracidad con que se trata el alcance de esa misma noticia. Lo importante es la forma narrativa no el significado de los hechos a partir de los que emana la noticia. Por eso cada vez más se habla de comunicadores en vez de periodistas. Los cuales despliegan todas habilidades para persuadir a sus espectadores.

Siendo lo importante y seductor la estética arquitectonica de la redacción de su noticia, independientemente del grado de objetividad que se aplique a la misma. Se trata de que sea lo suficientemente sugestiva y merece la pena ser leida, escuchada o sobre todo vista. Como para que se le conceda la atención necesaria convirtiendo la labor del periodista en un hecho trivial que suele acabar en un mar de frustraciones y desconcierto que provoca una crisis de identidad en el periodista.


Este mismo fenómeno de búsqueda del impacto se viene observando también desde hace unos años en relación a la práctica artistica. Donde numerosos profetas y gurus artististicos han incorporado a su entorno creativo, algunas de las pautas de este decálogo normativo no escrito. En el cual lo estético en términos de impacto conduce inexorablemente al significado simbólico de la obra que se está fraguando, siendo muchos y muy diversos los ejemplos que se podrían citar.

Pero con un matiz a mi juicio muy relevante y que por lo tanto hay que tomar en consideracion, tomando en este sentido todas las medidas y cautelas necesarias a la hora de juzgar a la ligera a las cualidades de la obra, tan sólo por una desmedida en el significado de la misma, por un supuesto tratamiento pretencioso del mensaje estetico que se trata de trasladar.

El vestir a los árboles con prendas de vestir humas es una técnica recurrente en sus obras

Mensaje cuya lectura casi siempre, por otra parte y en la mayoría de las ocasiones suele acabar formando parte de la esfera de lo privado y lo subjetivo. Pues por lo general en cuanto a la exposición de una obra artistica, suelen desplegarse un sin de interpretaciónes verosímiles con sus consiguientes escenarios. Algo que suele acabar irremediablemente en un collage donde el propósito del artista se diluye en una amalgama de posibles lecturas.

Polivalencia en el criterio del espectador que no implica que el artista esté equivocado a la hora de crear su obra a partir de la aplicación de un concepto impactante visualmente hablando, o al menos que lo haga con alguna pretensión (lo cual sería muy legitimo). Sino en el caso de la praxis artística lo que se valora es el vínculo entre la causa que detona la creación de la obra y su expresión estetica.


A pesar de que puedan haber artistas que si puedan haber escogido como opción conceptual y creativa el marketing visual y mediatico para llamar lo más posible la atencion del publico. Haciendo propuestas pretendidamente grandilocuentes, pero vacías de contexto y significado. Estos creadores representan una minoría dentro de la comunidad según mi percepcion.

Su obra nos transmite el relato de una ciudad como frontera entre nuestro anhelo de libertad y nuestra cruda realidad en un entorno dominado por lo artificial. De una ciudad aturdida por su pasado industrial, en un contexto eminentemente diferente en el que los espacios públicos naturales le son cada vez ajenos.


Siendo muchos más los artistas plásticos los que consiguen tener cierta repercusión entre los miembros de la opinión publica, cuando a pesar de que su propuesta artistica se pueda catalogar de impactante visualmente. En términos estéticos su gestión presenta una coherencia entre su forma, su significado-simbólico y el tema de fondo sobre la que se ha inspirado.

De estos matices te llegas a percatar cuando de forma inesperada puedes acceder a contemplar proyectos como el titulado Ground Operation, una intervención de la que ya hablamos por aquí en su momento, y cuya visión aunque transmite unas altas de impacto visual. Tanto en su gestación intelectual, como en su plasmacion material se percibe una honestidad inusitada entre entre las inquietudes y compromiso de la autora con su entorno.

Y lo contundente del resultado final de la intervención en terminos simbolicos, una intervención donde la sutileza no existe, describiendonos un paisaje herido. Ya sea como causa de algún fenómeno natural o por la presencia y voluntad de ser humano. Impacto, que necesariamente provoca una reflexión en el espectador que es retado por lo que en principio es una simple sutura realizada a un terreno ligeramente elevado.

Lisiere intervención de 2022 en la que aparece la silueta de una casa trazada sobre el suelo

Y es que si por algo se caracterizan los proyectos de la polifacética artista Estelle Chrétien, sobre todo en el ámbito de una especialidad como la del Land Art. Es por no distinguirse precisamente ambigua y políticamente correcta, incluso permitiéndose frivolidades cargadas de ironía como la titulada Dessous, obra minimalista realizada en el marcó de la residencia que tuvo la oportunidad de realizar en 2020 invitada por el Collectif des Possibles.


En ella se ve como una prenda de ropa interior femenina sirve para cubrir las vergüenzas de un árbol que deconcertado se convierte, al menos parcialmente en un maniquí improvisado. Localizado en un claro del bosque, las dos ramas del árbol que vigorosamente orientadas hacia arriba. Adoptan tras ser cubiertas con una prenda tan íntima como son unas mudas femeninas, una imagen totalmente transgresora que nos habla de cómo el ser humano ha parasitado hasta el último lugar de esta planeta.


Las intervenciones de Estelle Chrétien interactuan con el paisaje natural, como si se tratará el espacio público de una ciudad o el ámbito más doméstico. Estableciendo debates sobre los límites entre lo público y lo privado. 


No deteniendose ante nada llegando incluso a vulnerar lo más esencial de su entorno natural. Según palabras de la autora en su ánimo no está mantener un discurso tenga por objeto provocar nausea o herir la sensibilidad alguna. Sino a partir del empleo de la utilización de lo que ella denomina materiales "pobres", crear puentes que eviten que dejemos de vivir ajenos a los procesos propios del medio-ambiente, a los que por otra parte les debemos nuestra existencia.

Se trata de mantener una comunicacion perdida con un ancestro y un pasado común, una historia, no redactada por un historiador o estado-nacion. Sino por los cuerpos, sus volomunes y masas, que libremente interactuan respetándose de forma mutua e instintiva, y del tiempo de vida pasado con en estos cuerpos. Imitar estos gestos te pone en contacto secreto con muchos extraños que de otra forma nunca llegarías conocer, pudiendo viajar a través del tiempo y el espacio en toda su plenitud de forma contemplativa y serena. 



En sus últimas obras, destaca una serie compuesta por siete intervenciones y que tuvo como escenario los espacios verdes del Parque Napoleón de la localidad de Thionville. Villa situada a escasos kilómetros de las fronteras de Alemania, Luxemburgo y Alemania.  La autora sin abandonar la misma estrategia comunicativa, donde lo visual induce a debatir sobre temas como por ejemplo la domesticación del paisaje. 

Obras como la sarcástica Le Pied Au Sec (el pie seco), donde se ve como al tronco de un árbol se le enfunda una bota. Tratando quizás de humanizarlo de forma un tanto ingeniosa y vanal. Va encaminada en este sentido de tratar de moldear el paisaje hasta otorgarle un estereotipo y conducta humana. Representando un absurdo y una aberración natural, siendo la antítesis de todo aquello que conocemos por orden natural.



Swipe, la serie cuya ficción nos alerta de los peligros de la era digital

 


Habría que remontarse a los primeros albores de la aparición de los primeros dispositivos de telefonía móvil, para encontrar un dabate ético y polémico, que haya suscitado tanta controversia en tantos ambitos. 


Cómo el del supuesto déficit de privacidad que el usuario puede padecer, debido al desarrollo e incorporación de tecnologías de ámbito óptico y audiovisual. Las cuales prácticamente nos convierten en guionistas con potencial de trasladar la vida de un plano real, retransmitiendola en directo por streamer a millones de potenciales usuarios, que con perfiles en diferentes plataformas como YouTube o Twich, esperan con verdadera espectacion su dosis de cotidianidad encapsulada y multimedia. 


Si cuando se comenzaron a comercializar los primeros prototipos móviles, el aliciente publicitario que se argumentaba para incitar al consumidor a la adquisición de una terminal móvil. Eran eslóganes que reforzarán la idea de autonomia a la par de la posibilidad de estar conectado todo el tiempo. Algo que como usuario e individuo te proporcionaba poseer un teléfono en miniatura cierto estatus social. 


En pleno siglo XXI  la principal motivación y por lo tanto gancho que utilizan tanto los fabricantes como las operadoras que ofrecen servicios de telefonía móvil. Reside en las capacidades de grabación y reproducción audiovisual que reúnen, especificaciones cada más potentes que convierten a una terminal, en poco más que un órgano que adosado nuestro cuerpo puede filmar o fotografiar cualquier indiscrepcion que suceda en nuestro entorno. 

Cartel de una de las siete entregas de la serie SWIPE


Reuniendo características multimodales y sensitivas que en muchos casos mejoran nuestros sentidos, aquellos que  utilizamos de forma cotidiana en nuestras relaciones sociales y afectivas, y que son producto de una evolución que abarca un periodo de tiempo que se puede cuantificar en 
millones de años. 


Tecnología que da la sensación que se encuentra en sus primeros estadios de innovación, y cuyo uso abre interrogantes cuyos frentes representan toda una piedra de Rosetta, cuyo debate tiene implicaciones muy diversas. 


Distribuida y producida por el estudio Vertok, los siete cortometrajes que componen la serie SWIPE, pone al smartphone y sus posibilidades de uso, así como los dilemas éticos que plantea en un debate donde se cuestiona los límites del derecho a la privacidad del sujeto. 


Que tienen que ver con una serie de aspectos como, nuestra intimidad, la gestión del espacio público. Como su uso casi compulsivo está modificando nuestra percepción de la realidad, u otros aspectos más intimos, que tiene que ver con patrones de consumo, o con la esfera entre lo que se puede considerar publico y privado. 


Interrogantes cómo, las relacionadas con los límites de lo que es ético en relación a nuestra conducta como individuos en terminos socio/afectivos. Sobre qué derechos hay que legislar para preservar la tenue frontera que hay entre la itimidad, la discreción y el uso de la tecnologia en los espacios comunes o publicos. 

La serie trata temas como la privacidad o cómo la tecnología influye en la identidad del individuo

En definitiva quien/es están facultados para ejercer el dominio sobre los entornos de comunicación y los flujos de información. Variantes de una misma pregunta cuya complejidad en principio puede resultar abrumadora, suponiendo un desafío tan sólo su planteamiento. 


Pues hay tantas aristas como perspectivas e intereses desde que abordar este espinoso tema, como sujetos y opiniones. Una de las iniciativas más interesantes no sólo por tratar algunas de estas cuestiones, de forma más o  menos profunda sino por emplear un discurso accesible y comprensible. 


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Fue la que el director holandés Martijn Winkler plantea en 2018 a través de las siete entregas que componen SWIPE, sucesión de cortometrajes que versan alrededor del uso de smartphones desentrañando tanto los matices positivos como los más negativos. 


En el primer capítulo titulado #eyewitness de esta multipremiada serie Martin ya nos pone en antecedentes, sumergiendonos como audiencia en una historia donde su protagonista Karim filma una serie de  acontecimientos, lo que le convierte en unico testigo de lo que parece un atroz atropello en el que el autor se da a la fuga. Hecho presencial que en un determinado momento le pone en peligro inadvertidamente y de forma embarazosa. 


Un corto que a lo largo de trece minutos de metraje, donde el teléfono es realmente el personaje principal, seguimos el incidente y sus secuelas a través de una serie de interacciones y notificaciones en el móvil de Karim, mientras revisa las imágenes que filmó a lo largo de la tarde se da cuenta de que está sosteniendo una evidencia del crimen en su cámara. 


A esta primera toma de contacto y debido a  la gran repercusión y gran aceptación por parte de un público cada vez más numeroso. Martin añadió de forma periódica otros seis títulos, en las que mezclando una estética de snuff/movie, y relatos que bien podrían ser algo más que sucedáneo de Black Mirror. Entregas donde la accion mostraba un discurso dirigido por su constante movimiento. 


Trata de adoptar un papel por momentos equidistante cuyo compromiso se puede valorar en función del tema que aborda. Diferentes cuestiones como las relaciones afectivas dentro de la pereja, la tendencia de ser aclamado como un influence de éxito, gracias a la presencia en alguna de las muchas redes sociales existentes. O las crisis de identidad que puede suponer el no poder o querer adaptarte a las constantes y por momentos estresantes actualizaciones de una era, la digital, cuya síntesis y progreso frenético y vertiginoso nos desnuda como individuos ante los demás modificando la percepción que tenemos de eso que denominamos como realidad. Prometiendonos tantos beneficios como incertidumbres genera. 



Un diario de Rusia, tras las huellas de Steinbeck y Capa 70 años despues


Cuando John Steinbeck acepto el encargo de New York Herald Tribune para que realizara un reportaje, un encargo para el rotativo producto de un viaje compartido con el fotógrafo Robert Capa, nunca pensó que los embarcaría en una aventura mezcla de literatura y crónica periodística que tras semanas de recorrido.

Les permitiría conocer y ser testigos de los profundos cambios que se estaban produciendo en el conjunto de repúblicas que formaban en aquel entonces la Unión Soviética. Un vasto territorio cuyas características humanas y económicas estaban siendo reconfiguradas a partir del molde ideológico de Stalin

Nunca imagino que estaría redactando su segundo fresco que finalmente se acabaría en un volumen de viajes titulado Russian Journal. El primero había sido la que quizás sea su mas famosa novela junto Al este del Eden y que al igual el diario ruso se apoya indirectamente en el trabajo de otro icono de la fotografía como es Dorothea Lange.

Que retrato en imagenes las nefastas consecuencias que supuso para la clase media americana acontecimientos como el crack del 29 y su consiguiente sequía que arruino campos y cosechas, hechos que provocaron la mas importante inmigración interior ocurrida en los Estados Unidos durante el Siglo XX, siendo un excelente material para narrar las muchas adversidades de la familia protagonista de las Uvas de la ira.


DEL PASADO AL PRESENTE EN IMAGENES
 
Ahora, cuando se cumple el 70 aniversario de aquel mítico viaje, en estos momentos presididos por la transición y la incertidumbre, donde desde diferentes posiciones se esta sosteniendo, que en términos políticos y geo-estrategicos Occidente se esta encaminando hacia los que muchos denominan ya como la nueva guerra fría.

El fotógrafo de la agencia Magnun (de cuya puesta en marcha también se celebra el 70 aniversario) Thomas Dworzak y el escritor Julius Strauss, reeditan todas y cada de las escalas del primer tour completado por Steinback y Capa.

Radiografiando una región cuyas fronteras fueron redefinidas tras la caída del muro de Berlin, pero que en muchos aspectos aun hoy en día guarda algunos paralelismos heredados del estalinismo.

Similitudes que se pueden observar en diferentes ámbitos sociales y económicos, pero donde son mas evidentes estos viejos modelos de gestión son en lo mecanismos relacionados con las diferentes esferas de poder y su administracción, continuidad que se acentúa en estamentos como el militar, el mediatico o el de la gestión de los recursos naturales.

Sectores donde ya sea por el aumento de la inversión como en el caso del estamento militar, o del monopolio ejercido por la administración en el control de los medios de comunicación, supone que la tan ansiada democracia se haya convertido en una manifestación folkclorica, donde el ejercicio del derecho es en la practica muy limitado. 

Habiendo cedido terreno frente a un entorno económico influenciado por el neo-liberalismo, paisaje económico donde las desigualdes se han acentuado, estimuladas por miles de supuestas oportunidades, lo que ha provocado una fuerte ascensión de las diferentes sensibilidades nacionalistas que han emergido en las diferentes repúblicas ex-sovieticas en las ultimas décadas.


ENTRE EL BLANCO Y EL NEGRO Y LA ERA DIGITAL

Otra de las notables diferencias de las que se puede percatar el observador al comparar las mas de 4.000 fotografías realizadas en blanco y negro en 1.947 por Capa, y las instantáneas en color tomadas en formato digital a lo largo del año pasado por  Thomas Dworzak.

Aparte de las transformaciones (en ocasiones mínimas) producidas tanto en el paisaje rural como urbano y su arquitectura, son las protagonizadas por los habitos y las enormes transformaciones que si se han producido en el ámbito de las relaciones sociales.

En las cuales finalmente se ha impuesto el concepto de individualidad sobre el de la gestión colectiva, tanto de los recursos materiales, como humanos, como afectivos y familiares. Tansformación social que al contrario que en la mayoría de los países Occidentales, todavía no se ha acompañado de una diversidad ni cultural ni racial.

Esto es debido fundamentalmente a que geograficamente se trata de países que están distanciados de las rutas migratorias, a lo que hay que añadir sus patrones climatológicos donde predominan las temperaturas extremas. Todo esto hace que las sociedades cuya matriz eran las antiguas repúblicas sovieticas no presenten una heterogeneidad comparable a los sustratos de las sociedades Occidentales, ofreciendo un retrato que aunque atractivo y colmado de expectativas, todavía le falta algunas piezas para completar su transición que le proporcione la estabilidad y credibilidad necesaria, disipando algunas de las muchas interrogantes que existen.
  
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Dividido en tres entregas la excelente crónicas tanto visual como escrita del trabajo A Russian Journal Retold, Part 1: On Aeroflot to Moscow, nos ofrece la oportunidad de echar la mirada atrás tomando conciencia de los cambios, que se han producido en una de las zonas del planeta que arroja mas incógnitas de cara al futuro.


Alexey Zakharov - The Old New World


En mas de una ocasión nos hemos asomado a proyectos fotográficos a través de los que hemos tenido la oportunidad, de observar como diferentes lugares se han transformado con el paso del tiempo.

Un efecto flash-back muy efectivo que estimula nuestra capacidad espacial y visual trabajando patrones de memoria. Sin embargo el documentalista y fotógrafo Alexey Zakharov quiso ir mas lejos, una tarde  rebuscando en el archivo Shorpy perteneciente a la biblioteca del congreso de los Estados Unidos.

Se imagino la posibilidad de combinarlas proporcionándolas movimiento, el resultado es la animación titulada  The Old New World, donde tras aplicarles programas de tratamientos de imagenes con funciones como el render. Ha logrado reproducir lo que seria la actividad de cualquier ciudad a principios y como seria vista a través de una cámara de filmación.


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The old new world es un corto de animación  donde a partir de fotografías antiguas, su autor nos abre una puerta a nuestro pasado a través de dotar de acción a cada instantánea



Miguel Chevalier - Dear World… Yours, Cambridge, proyecciones psicodelicas inspiradas en Stephen Hawking


La capilla del King´s College perteneciente a la Universidad de Cambridge en el Reino Unido, aparte de ser un edificio único en su estilo arquitectónico. Datado su construcción del siglo XVI.

Por su historia, patrimonio arquitectónica y transcendencia social, cultural e institucional, está considerada una de las principales muestras de la incipiente corriente del gótico de la epoca.

Invita una vez por temporada a un artista, al que se le concede la oportunidad de realizar un obra in-situ y exclusiva de su trabajo. Mostrándose al público en general dentro de la programación de actividades organizada por el patronato. 

En 2.015 este honor recayó en el artista digital Miguel Chevalier, el cual realizó un montaje de una serie de proyecciones a través de las que representaba los valores educativos de la institución académica.

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De carácter inmersivo las proyecciones en la que participaron el personal docente y los alumnos, fueron inspiradas por las investigaciones del astro físico Stephen Hawking.



Matthias Jung - Häuser




Las fotocomposiciones realizadas por el fotógrafo Matthias Jung interpretan la arquitectura como un acto trascendental, donde el paisaje y el lenguaje surrealista nos revela una  visión utópica de la realidad.

Suspendidos sobre diferentes tipo de paisajes naturales las texturas dibujadas por los edificios definen el contexto que los convierten en pasajes oníricos, en diapositivas donde el tiempo se ha congelado. Mostrando una arquitectura plana casi inerte cuya concepción escapa a cualquier interpretación lógica.

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La serie titulada Häuser reune trabajos que su propio auto define como  architectural short poems, donde la emotividad visual de cada collage nos traslada a un mundo imaginario donde las formas orgánicas y artificiales reinterpretan el paisaje rural



Miroslav Holub y Ricardo Serrano - The Door


Inspirado por la obra poética del inmunologo de nacionalidad checa ya fallecido Miroslav Holub, el diseñador multimedia Ricardo Serrano, realiza una pausa en su trabajo como creativo. Ofreciéndonos una emotiva composición visual.

Donde una voz en off recita el poema titulado The Door (la puerta), paralemamente se suceden una selección de puertas que muestra una variedad de estilos. Y que sirve como metáfora visual de múltiples interpretaciones, en mi caso las puertas representan un mundo multicultural, cada una permite el acceso al conocimiento que ofrece cada una de esas opciones y que en su conjunto representan a la humanidad y su inmensa capacidad de expresión a través de sus casi infinitas formas de manifestación cultural.

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Ve y abre la puerta.
Quizás afuera haya un árbol,
Un bosque, un jardín,
Una ciudad mágica. 
Ve y abre la puerta.
Quizás haya un perro hurgando.
Quizás veas una cara, o un ojo,
o la imagen de una imagen. 
Ve y abre la puerta.
Si hay niebla,
se despejará. 
Ve y abre la puerta.
Aunque no haya nada más
que el tictac de la noche,
aunque no haya nada más
que el sordo aire,
aunque no haya nada,
ve y abre la puerta.
Al menos hará viento.