El artista Reena Kallat representa a la sociedad hindu como una tela de araña



Originario de Nueva Delhi, el artista Reena Kallat vive en Mumbai, una ciudad caótica con cerca de veinte millones de habitantes. Lo que que la convierte en la ciudad más densamente poblada de la India y por supuesto del mundo. 

Una megalópolis donde el progreso y la sociedad de castas, la riqueza y la pobreza porfían una tenue frontera social donde los dogmas y la vida occidental se abre paso provocando contrastes notables.


Esta tensión por delimitar el territorio desde el punto de vista de la diversidad sociológica, ha sido el punto de partida a partir del que Kallat ha realizado su ultima propuesta. Una enorme instalación que representa el callejero de la ciudad. 

Inspirada en la tela de una araña, su forma radial esta compuesta por quinientas cuentas que hacen referencias a calles de la ciudad. Titulada Cobweb/Crossings se desplego cubriendo la mayor parte de la fachada del  Dr. Bhau Daji Lad Museum

La mas longeva institución cultural de la ciudad, fundada en 1855 como una subsede de Victoria and Albert Museum londinenseLa estructura a gran escala se compone de grandes sellos de goma, copias de resina de los utilizados en el pasado para imprimir los nombres de las calles en los edificios de la ciudad. Los sellos imprimidos con los nombres de las calles coloniales de la época en la que era conocido como Bombay se han sustituido por otros de origen indio.

El montaje narra la estratificación del tiempo, la historia y su memoria sobre el tejido de las relaciones que impregnan la ciudad. El uso de sellos de goma también transmite los conceptos de ciudadanía y de identidad, y muestra el sistema burocrático que rige en su administración. 

La estructura simbólica de la instalación fue inspirada por el antiguo parque zoológico, un lugar con jaulas y pajareras que conserva el encanto y que se encuentra aledaño a las instalaciones del museo. Es esta proximidad la que inspiró una forma orgánica para la instalación, no solamente semejante a la de un animal, sino también a la de una ciudad palpitante y en constante mutación.