Turbina eólica de eje vertical, que opera con velocidades de aire bajas


El problema que presentan  las turbinas de viento en entornos urbanos, es que son menos eficaces debido a los patrones de vientos irregulares e impredecibles, disminuyendo la eficacia de la tecnología, esta constante climatológica, impide que pese a su potencial se pueda garantizar un suministro regular por lo que su uso en la ciudad, es sustituido por la energía solar fotovoltaica y la termoeléctrica. 

El prototipo instalado por la compañía McCamley  en la Universidad de Keele en el Reino Unido, aborda esta limitacion en la tecnología conocida hasta ahora, demostrado que puede empezar a generar a bajas velocidades de viento de  tan solo 1,8 metros por segundo. Esto se consigue con la incorporación de un sistema de auto-regulación, que permite a la turbina seguir trabajando, independientemente de la velocidad del viento.

La turbina ha sido diseñada para superar muchos de los problemas asociados a la grandes turbinas de eje horizontal de las que se ven en los parques eólicos. Estas turbinas se basan en una velocidad de viento constante, mientras que los de eje vertical McCamley el modelo es capaz de hacer frente a la naturaleza turbulenta y variable de las condiciones de viento racheado que se encuentran frecuentemente en ambientes urbanos.


Esto  abre un nuevo y floreciente mercado, del que se podrían beneficiar, empresas, bloques de viviendas, edificios oficiales, instalaciones deportivas, equipamientos culturales, puerto y aeropuertos entre otros, pudiéndose adaptar a cualquier estructura arquitectónica. La turbina también se sirve en formato "flat-pack" partes almacenables, pudiéndose montar sobre techo sin un mástil como soporte, reduciendo los costos de instalación y lo que es más sencillo de implementar que las convencionales turbinas, de tres palas de eje horizontal.


La ausencia  de las cuchillas de barrido  reduce significativamente el ruido y las vibraciones del suelo. Presentada por el Dr. Scott Elliott, anuncio que en los próximos meses, los planes para el desarrollo un modelo de 12 kW. Mientras tanto, los académicos y estudiantes de la Universidad de Keele están monitoreando el progreso del primer prototipo y su certificación de microgeneración. Si es aceptado, las empresas que opten por instalar el modelo podrán beneficiarse de ayudas estatales.