Gerry Barry/Anillos de agua y fuego cumpliendo con el ciclo Solar


El agua es un elemento clave tanto en términos creativos como conceptuales en la obra de Gerry Barry. Asociada con la pureza y fuente de la vida, Barry a menudo crea piezas sobre el lecho de un río o un lago.

O en las proximidades de algún manantial, dependiendo de las propiedades de los materiales que emplea, para crear formas circulares. A través de los que simboliza el ciclo infinito propio de cualquier criatura que habita en el bosque. 

Cuidadosamente seleccionados los cantos rodados y piedras de diferentes tamaños y calibre se disponen siguiendo la forma curvilenea, más o menos de un circulo. Que siempre orientado hacia el Sol le rinde pleitesia.


Emplazados casi siempre en un las proximidades de la costa. Las mareas inundan de forma lenta pero inexorable las instalaciones, revelando formas caprichosas sobre el terreno. 

Transformando estéticamente la propuesta en un acto espontáneo de renovacion efecto de la interacción con el medio. Las intervenciones en este contexto se mimetizan con el paisaje, completandose un ciclo que se repite una y otra vez.

Provocando que el paisaje circundante se renueve a partir de actuar desde un enfoque creativo. Patrones circulares y valles poco profundos se excavan en el anillo como un molde que posteriormente ser cobijo para algún animalillo. 


Debido a que muchas de sus obras están destinadas a ser efimeras, se las deja a merced de los elementos, en descomposición y envejecimiento de forma natural. Dependiendo de la intensidad con la que sopla el viento, el agua y el sol. 


Al igual que los principios del movimiento de la tierra, las instalaciones están destinadas a convivir con los elementos de la naturaleza, que son en sí una obra siempre cambiante. Las instalaciones Gerry Berry de esta forma cumplen con la ley de armonía que se observa en la naturaleza.

Gerry Barry nació en el pueblo irlandés de Castlegregory. Interesándose por el  Land-Art ya desde su juventud. Ámbito creativo que utiliza para establecer un diálogo no invasivo con su entorno natural. Muchas de sus piezas aun pueden visitarse, aunque en la mayoría de los casos se percibe de forma evidente el desgaste y erosión que produce su relación con su entorno.