Yayoi Kusama y su búsqueda de la calabaza infinita


Para buena parte de la crítica especializada la artista Yayoi Kusama, es alguien percibida como una snob, poco más o menos que una nerd del arte. Que tras completar una trayectoria creativa más bien anodina.

Caracterizada por trabajar en diferentes ámbitos, actividad polifacetica  con la que adquiere una experiencia con la que consigue crearse una identidad dentro de un pequeño pero influyente círculo de artistas. Entre los que empieza a destacar ha finales de la década de los 50's del siglo pasado.

Cuando regresa de nuevo a New York, donde se organiza una primera exposición en la prestigiosa Brata Gallery, situada en 10th Street in the East Village. En cuyas salas reúne sus últimos trabajos bajo la denominación un tanto sui-generis de Infinity Nets (redes infinitas.) 


En estas obras de dimensiones realizadas a gran escala, en las que Yayoi Kusama pinta obsesivamente cientos de miles de pequeños puntos, más o menos alineados, más o menos punteados, labor que llegó ha extenuarla hasta el extremo que tuvo que ser hospitalizada. 

Esta infinidad de puntos, cubriendo paredes enteras, es el producto del primer episodio alucinatorio que sufrio. La serie de efecto masivo se fijan como flores en la retina de su autor, con las que trata de representar el infinito. 


Narrativa con la que ella va hasta el fondo, tratando de fundirse y desaparecer por completo en su arte. Principio que adelanta en el volumen titulado Manhattan Suicide Addict, que ella percibe como un acto de auto-obliteración, es decir desaparición de uno mismodel artista en el abismo.

En este sentido de búsqueda de uno mismo como sujeto en lo infinito Yayoi, ha anunciado su proyecto más ambicioso realizado en el espacio publico. Con motivo de la designación de Marsella como Capital Europea de la Cultura en 2013. CompIetara una intervencion, creando una instalación por la que transformara un lugar emblemático de la ciudad como Aix-en-Provence.

Envolviendo los arboles que flanquean el paseo con unas telas salpicadas de lunares titulada Ascensión de lunares en árboles. Los plátanos centenarios seran recubiertos, mostrándonos el universo pop y metafísico del artista que, con sus lunares, siempre busca, alcanzar el infinito. 

Los lunares son un motivo recurrente en las obras del artista japonés donde se mezclan arte y locura. ¿Es mi vida un guisante perdido entre miles de otros guisantes? Pero también puede ser un intento de representar lo inrepresentable.


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